Esto es lo que hacen dos liebres cuando un depredador se acerca
Dos liebres permanecen sentadas con las orejas estiradas y sin mover un músculo del cuerpo. De repente, comienzan a correr despavoridas y enseguida conocemos el motivo.
Las liebres cuentan con un sentido del oído muy desarrollado. Las grandes y largas orejas de estos pequeños animales son capaces de percibir sonidos distantes, algo que contribuye considerablemente a su supervivencia ante la larga lista de depredadores que la buscan y persiguen cada día. Lobos, zorros, mustélidos, numerosas rapaces diurnas y nocturnas, gato montés y doméstico… Esta especie afronta la necesidad de permanecer en constante estado de alerta, activando este sentido del oído, además del olfato y, en último lugar, el de la vista, para mantenerse alejada de todos ellos.
Además, la longitud y capacidad de orientar sus orejas le permiten a la también conocida como rabona a determinar la dirección de los sonidos, lo que facilita la reacción para alejarse de ese potencial peligro. Y este vídeo se convierte en una valiosa prueba de
En cuanto estos ejemplares de liebre de montaña (Lepus timidus) son capaces de detectar de dónde les llega el sonido de las pisadas del animal que las acosa, abandonan su posición sentada para correr en dirección contraria. Segundos después aparece en escena el depredador que las persigue. Se trata de un veloz zorro rojo, cuyo olfato le guía en la dirección correcta que han tomado sus potenciales presas para intentar dejarle atrás.