Una hembra de perdiz roja presenta su nidada a un guarda rural
El ave, al escuchar el motor del vehículo que conduce el profesional, no se aparta del camino. Todo lo contrario, se dirige hacia él sabedora de que en el interior se encuentra la persona que cuida de ella y le proporciona alimento.
La Consultora Deloitte ha elaborado para la Fundación Artemisan, con la colaboración del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, un informe del impacto económico, social y ambiental de la actividad cinegética en España. Del estudio se desprende que la caza genera 45.642 empleos directos y 153.358 de manera indirecta. El colectivo cinegético y las diferentes entidades que lo representan invierten anualmente 320 millones de euros en conservación. La actividad genera anualmente en España un total de 10.190 millones de euros de Producto Interior Bruto.
Un paraíso para la perdiz roja autóctona
En el coto gestionado por José Luis García Marchena en la localidad sevillana de Las Cabezas de San Juan se mima a la patirroja. En las 1.200 hectáreas de la finca hay colocados más de 40 bebederos y comederos. Todos ellos, en lugares estratégicos para evitar que las aves rapaces puedan capturar a alguno de los pollos mientras bebe o come. Los puntos de agua son fabricados artesanalmente a partir de unos moldes diseñados por el mismo por el guarda.
A primeros de junio, los bebederos y comederos serán puestos en funcionamiento por el sevillano. Esta temporada ha esperado hasta esta fecha ya que aún en el campo conejos y perdices pueden encontrar agua y alimento fácilmente. La perdiz únicamente se caza en ojeo cuando la población de pájaros del acotado lo permite.
