Un lobo ataca a las ovejas trashumantes, a los perros e incluso a la ganadera que intenta evitarlo
«Un lobo intenta cazar ovejas, pero no lo consigue y se dirige a mí y a los perros». Es el testimonio desgarrador de una ganadera llamada Pamela Maggioni, de 46 años que practica la trashumancia con un gran rebaño de ovejas y comparte desde 2016 parte de sus aventuras en estos tradicionales viajes con su ganado.
Gracias a sus vídeos en redes sociales, podemos ver conducir a su gran rebaño a través de túneles, por ciudades, carreteras… Junto a ella, otros animales como caballos, asnos y perros, tanto protectores del ganado como conductores. Estos perros y un lobo hambriento son los protagonistas, junto a una aterrada pero valerosa ganadera, del último vídeo que ha subido a YouTube.
Un terrorífico ataque del un lobo sin miedo al ser humano
Se encuentran en Cortina d'Ampezzo, en el norte de Italia, un enclave natural ubicado en medio de los Alpes Dolomitas. Pero muy cerca de la ciudad. Durante gran parte del vídeo, vemos las luces cercanas de farolas y viviendas al fondo, a pocas decenas de metros del lugar donde descansan las ovejas.
La narración de la ganadera comienza ensalzando la labor de uno de sus perros, que ha agrupado a las ovejas para alejarlas del depredador cuando descubre dónde está el lobo, que se acerca a ella con total impunidad:
-“Muy bien. Amontonó a las ovejas alejándolas del lobo. Ahí está. ¡Maldita sea! No tengo gafas de visión nocturna, así que no creo que puedas verlo. Fioggia las amontonó. Literalmente, como si fuera un perro de maniobras. Las amontonó todas ahí. Ahí está. Ahí está. Míralo. Míralo. Aquí viene hacia mí. Este es el lobo que viene hacia mí en lugar de huir.
Ves. Aquí viene hacia mí. Otra vez. En lugar de huir. Este es el lobo. Se ve bien. Incluso sin gafas de visión nocturna. Incluso con esta linterna”.
¿Te vas a comer a mis perros?
Pamela continúa gritando y acercándose para intentar ahuyentar al carnívoro, pero nada parece funcionar. Continuamos trascribiendo todo lo que dice la ganadera en esta tensa situación:
-“Este es el lobo. Ahí está. Ahí está. Como puedes ver, está cerca de mí. Me mira y no se va. Estos son los lobos de hoy. Estos son los lobos peligrosos porque no tienen miedo. No le temen al hombre. Son descarados. Ahí está el coche. Se acerca a los perros. Ya no podemos soportarlo. ¿Te vas a comer a mis perros?
Mira, estoy gritando. Voy hacia él y no se va. Mira, el perro está a punto de atacar. El lobo, el lobo no se va. Mira, Moro, quédate. Cuidado. Mira, el lobo me está persiguiendo a mí.
Vete de aquí, vete, míralo, no se va. Este maldito lobo mira a mis perros. Míralo, viene hacia mí, luego se va y luego vuelve hacia mí. Maldita sea, ahora tiramos otra andanada de petardos y luego vuelven porque no tienen miedo. ¿Es correcto en su opinión dejar a los ganaderos en este clima y en este estado? ¿Es correcto en su opinión? No podemos trabajar para llevar una hogaza de pan a la familia. Déjenme luchar.
Aquí están los ojos (del lobo), el lobo está exactamente donde huyó cuando encendí el fuego, hice explotar unos diez petardos, ¿el resultado es que se alejan unos cientos de metros y luego reaparecen inmediatamente después? Ni siquiera tienes tiempo de volver a la litera a dormir y aquí estamos de nuevo, aquí estamos de nuevo aquí afuera con los perros ladrando y el lobo alrededor de la cerca tratando de abrirse paso y mientras un lobo distrae por un lado, los otros entran al ataque por el otro”.
La ganadera aplaude para hacer ruido intentando ahuyentar al depredador.
“Volvemos a lo de siempre y mientras estoy aquí ahora sin dormir listo para volver a escuchar por enésima vez los ladridos de los perros y luego bajar petardos perseguir con el palo para defender ovejas, burros, cabras, los perros”.
No es el primer ataque del lobo a sus ovejas
Tras el susto, la ganadera narra otra situación protagonizada por el lobo. En aquella ocasión, perdió dos corderos por el ataque, y al encontrarse en un Parque Natural, concretamente en Dolomiti d’Ampezzo, no consiguió que la Administración indemnizara aquel ataque.
“Espero que al denunciar públicamente esto, alguien se presente y se haga responsable de lo que se dijo y espero tener una disculpa pública y que me compensen (…) No me detendré aquí porque no es el dinero de dos corderos, sino el hecho de que no es posible que te engañen, que te tomen el pelo, además del daño”.