¿Quién es el culpable de la muerte de miles de carpas en el canal de Entrepeñas a Buendía?
Incontables peces flotan en las aguas estancadas del canal del trasvase Entrepeñas-Buendía. El ayuntamiento de Sacedón culpa a la Confederación Hidrográfica del Tajo, acusándola de «atentado ecológico sin precedentes», mientras que la entidad asegura que la apertura de compuertas «permitió que muchos de los ejemplares varados pudiesen movilizarse aguas abajo».
Miles de carpas, pero también barbos, llevan días muriendo por una controvertida decisión de la entidad que gestiona el canal del trasvase que llevó a cerrar el caudal de agua “sin tomar en cuenta las consecuencias”, como ha subrayado la Oficina de Turismo de Sacedón. Un municipio afectado por la situación y cuyo alcalde, Francisco Pérez Torrecilla, ha sido categórico emitiendo el siguiente mensaje:
-“Sacedón, un pueblo rodeado de agua, de embalses y ríos, vive una situación de asedio como sufren otros muchos pueblos por parte de una Confederación que solo aparece para sancionar, nunca para colaborar ni para asumir responsabilidades. Desde el Ayuntamiento señalan que han recibido recientemente una sanción de 1.500 euros por la caída accidental de cuatro bolsas de plástico desde el mercadillo municipal al término del embalse, que no al agua". Y ha ido más allá, exigiendo “responsabilidades políticas inmediatas y dimisiones, porque alguien tiene que pagar por esta vergüenza. Si no son capaces de velar por la seguridad ambiental y por la salud pública, deben irse”.
Un polémico cierre de compuertas del agua
Debemos considerar que la CHT es un organismo autónomo, pero adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. El problema llegó cuando se procedió al cierre de compuertas del trasvase. Sucedió el viernes pasado, 23 de junio, a las 9:00 horas. La consecuencia es que los peces que se encontraban en el canal se quedaron sin caudal de agua y atrapados en pozas desconectadas.
Los responsables de la Confederación aseguran que reabrieron las compuertas en cuanto se percataron de la acumulación de peces, sobre todo carpas, en esas pozas. Poco después, comenzaba un dispositivo de rescate de los peces, protagonizado por personal oficial, como bomberos, técnicos, agentes medioambientales, así como pescadores aficionados y voluntarios de municipios cercanos.
A pesar de la movilización de voluntarios y de la respuesta de los que se preocupan de los peces afectados, y de los trabajos de captura y transporte en camiones y remolques de miles de ejemplares hasta el embalse de Buendía, el resultado ha sido desolador. Mientras el ayuntamiento lo tilda de “catástrofe ecológica”, la CHT habla de una especie, la carpa común, que está catalogada como especie invasora y que su pérdida no supone daño ecológico grave.