Un lince caza una gran rapaz y comienza la lucha por la vida o la muerte
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Un lince caza una gran rapaz y comienza la lucha por la vida o la muerte

Los protagonistas de estas sorprendentes imágenes son el lince canadiense y el busardo colirrojo en una escena en la que uno de estos depredadores se convierte en presa.


El lince canadiense es un pariente cercano de nuestro lince ibérico. Se trata de un felino, el más numeroso y común del norte del continente americano que habita en determinadas zonas boscosas de la taiga, Canadá y Alaska. Estamos ante un felino fuerte y robusto, con una corpulencia de hasta 114 centímetros de longitud, una altura de 65 hasta el hombro y un peso de hasta 14 kilos.

Su hábitat lo encuentra principalmente en zonas boscosas, donde encuentran sus presas predilectas, jóvenes ungulados que pueden ser hasta cuatro veces mayores en tamaño que él. Corzos, ciervos, gamos, muflones, rebecos, cabras salvajes, jabalíes… Pero también animales de menor porte, como conejos y liebres, castores, roedores, mustélidos, urogallos, faisanes, mapaches y otros felinos. Una larga lista en la que puede aparecer cualquier especie de distintos tamaños a la que hay que sumar las rapaces, como vemos en las siguientes imágenes.

 

Pasear por un campo nevado y encontrar esta escena se convierte en algo inolvidable. Las luchas entre depredadores resultan siempre hipnóticas. Las armas con las que cuentan para atacar y depredar a sus presas se convierten en las que pueden salvarles la vida ante la acometida de un peligro de mucho mayor tamaño.

Los linces, saltadores de récord

Estos felinos cuentan con una estructura ósea y muscular tan robusta y potente que les convierte en cazadores letales de presas que otras especies no se molestan en intentar atrapar. Hemos presenciado cómo uno de estos linces atrapaba a un pavo tras un salto prodigioso, o a uno de nuestros linces ibéricos superar fácilmente una valla de más de dos metros de altura. No resulta extraño, puesto que los felinos de esta familia son capaces de salvar distancias de más de 7 metros. Gracias a esto, comprendemos que el ejemplar protagonista del vídeo haya sido capaz de sorprender y atrapar a la rapaz, que probablemente estaba posada en el suelo o realizando un vuelo a muy baja altura.

El busardo colirrojo utiliza sus garras para intentar defenderse, hasta panza arriba, de las garras y colmillos del lince. Resulta muy extraño que un ejemplar de esta especie ataque a otro depredador para alimentarse de él. Se han estudiado estas conductas bajo la premisa de la eliminación de la competencia, como hemos visto recientemente en club de caza en un encontronazo entre un lince y un zorro.

 


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