¿Qué necesita el quebrantahuesos para vivir y criar mejor?

¿Qué necesita el quebrantahuesos para vivir y criar mejor?

El quebrantahuesos, una de las aves más emblemáticas y amenazadas de Europa, depende de hábitats de alta calidad para reproducirse con éxito. Un nuevo estudio revela qué factores ambientales determinan los mejores territorios de cría, ofreciendo herramientas clave para su conservación y para orientar futuras reintroducciones de esta especie única.


Vivimos en un momento de la historia caracterizado por un cambio global sin precedentes debido a las actividades antropogénicas que están acelerando la pérdida de biodiversidad. Las especies amenazadas son particularmente sensibles a este cambio, y entre la fauna silvestre, destacan las que forman parte del gremio de las aves carroñeras obligadas: a pesar de los importantes servicios ecosistémicos que proporcionan, el 80% de las especies de este grupo faunístico se encuentran amenazadas.

Para conservar las poblaciones de aves carroñeras obligadas es fundamental que los individuos dispongan de hábitats de cría de alta calidad, capaces de satisfacer adecuadamente sus necesidades ecológicas. Pero determinar las condiciones ambientales que explican la distribución espacial de una especie, y por tanto sus hábitats preferidos, es una tarea muy compleja, especialmente para aquellas especies con distribución limitada y requerimientos de hábitat muy específicos, como el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus). En estos casos suelen utilizarse los llamados “modelos de distribución de especies”, ya que permiten establecer relaciones estadísticas entre la presencia de una especie y variables ambientales como el clima, ciertas características del paisaje y la influencia humana.

Así, estos modelos son una herramienta útil tanto para predecir la futura ocupación de un espacio por poblaciones en expansión, como para evaluar la idoneidad de un hábitat para programas de reintroducción. De hecho, la combinación de modelos de distribución de especies con sus parámetros reproductivos puede ayudar a identificar factores que promueven altas tasas reproductivas y aquellos que limitan el éxito de la cría.

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El quebrantahuesos es una especie longeva y amenazada cuya población pirenaica representa casi el 50% del total europeo. A pesar de haber experimentado un aumento progresivo en las últimas décadas, éste ha ido acompañado de una disminución en su éxito reproductivo, posiblemente debido a procesos denso-dependientes, cambios en su sistema de apareamiento y/o cambios recientes en la disponibilidad de alimento vinculados a nuevas políticas sanitarias. La comprensión de los factores abióticos y su interacción con factores intrínsecos o extrínsecos es crucial para mejorar los programas de gestión y conservación del quebrantahuesos, que en esta imagen se muestra alimentándose con una extremidad de una oveja (Foto: Antoni Margalida).

Una nueva investigación liderada por el Grupo de Investigación en Ecología y Gestión de Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM) y el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC) ha aplicado modelos de distribución de especies al quebrantahuesos, incorporando la función de favorabilidad, para predecir las mejores áreas para la especie en el noreste de España, hogar de casi el 50% de la población reproductora europea de quebrantahuesos. Concretamente, se pretendió identificar los requerimientos ecológicos para la cría del quebrantahuesos, con el fin de señalar posibles áreas de expansión de la especie, y examinar la relación entre el rendimiento reproductivo y la favorabilidad ambiental. Para ello, se usaron datos de 141 territorios reproductivos monitoreados durante 10 años (2012-2021).

El modelo de favorabilidad ambiental del quebrantahuesos identificó cinco variables clave: la inclinación de la pendiente, la distancia a carreteras sin pavimentar, la densidad de población humana, la temperatura mínima durante la incubación y la carga ganadera ovina. Entre estas variables, la inclinación de la pendiente y la carga ganadera ovina mostraron una relación positiva con la distribución de los nidos.

Las pendientes más pronunciadas se asocian con áreas montañosas escarpadas que proporcionan sitios adecuados para el establecimiento de nidos, así como lugares para romper huesos (osarios o rompederos). Por lo tanto, estos terrenos abruptos son fundamentales para la selección del sitio de anidación y ayudan a reducir la perturbación humana durante la reproducción, que es la principal causa de fracaso en la cría. Por otro lado, la dieta del quebrantahuesos se basa principalmente en ungulados medianos, con el ganado ovino en extensivo como la especie más importante (61% de la dieta), por lo que tiene sentido que la carga ganadera ovina fuera un buen predictor de la calidad del hábitat para el quebrantahuesos en términos de disponibilidad de alimento. De hecho, la inclusión de variables bióticas como la disponibilidad de alimento es muy relevante para especies cuya reproducción o dispersión dependen de requerimientos alimentarios específicos.

La favorabilidad ambiental se distribuyó espacialmente en el noreste de España. Del área total de estudio, el 64% se consideró desfavorable, mientras que el 6.96% (que apenas representan unos 11.800 km²) se consideró altamente favorable. Estas áreas altamente favorables coincidieron con la distribución de los nidos actuales, pero también se identificaron 2.400 km² de áreas altamente favorables actualmente desocupadas, consideradas territorios potencialmente disponibles para la expansión de la especie.

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A la izquierda se muestra el área de estudio del presente trabajo de investigación (zona amarilla), en la que los puntos rojos representan las localizaciones conocidas de nidos de quebrantahuesos. A la derecha se muestra la variación espacial de la favorabilidad ambiental del área de estudio para el quebrantahuesos.

En cuanto a la relación entre el rendimiento reproductivo y la favorabilidad, se encontró que la productividad y el éxito de cría se asociaron positiva y linealmente con la favorabilidad ambiental. Esto sugiere que los hábitats de alta calidad están asociados con un alto rendimiento reproductivo. Sin embargo, al considerar solo los territorios con éxito reproductivo, no se encontró asociación con la favorabilidad ambiental. Esto indica que el asentamiento de individuos que no se reproducen es lo que explica la asociación entre la favorabilidad ambiental y el éxito reproductivo general, lo que sugiere que los individuos reproductores que no crían ocupan áreas de baja calidad, confirmando que la heterogeneidad del hábitat puede influir en la regulación poblacional.

Respecto al comportamiento reproductivo, se encontró que la relación entre la favorabilidad ambiental y la probabilidad de formaciones poligámicas (tríos) fue solo marginalmente significativa desde el punto de vista estadístico. Esto podría indicar que solo las áreas de muy alta favorabilidad son seleccionadas por grupos poligámicos, dadas las costosas interacciones agresivas dentro del grupo, pero no se encontró asociación entre la ocurrencia de tríos y la productividad o el éxito de cría. Esto indica que, aunque más del 35% de la población de quebrantahuesos elige vivir en tríos, en grupos reproductores formados por dos machos y una hembra, no por ello crían más que las parejas monógamas. Tampoco les da ventaja frente a otros congéneres el hecho de que las zonas donde anidan estos tríos reúnan las mejores condiciones para su supervivencia, como el clima, la altitud y/o la disponibilidad de alimento.

De forma general, este trabajo de investigación señala la importancia de cuidar la ganadería extensiva, ya que su regresión o desaparición podría constituir un factor fatal para la conservación de especies de aves carroñeras como el quebrantahuesos. También demuestra que la combinación de modelos de distribución de especies con datos de rendimiento reproductivo es una herramienta valiosa para la conservación, permitiendo identificar hábitats de alta calidad y áreas con potencial para la recolonización o reintroducción de especies amenazadas como el quebrantahuesos.

Además, el modelo de favorabilidad puede ser una herramienta útil para identificar zonas de exclusión para determinadas actividades humanadas, como los parques eólicos, limitando su impacto sobre las especies más sensibles. Este enfoque metodológico podría aplicarse a otras especies de interés para la conservación, siempre que se disponga de datos de calidad sobre su presencia y parámetros reproductivos.

Puedes consultar la publicación científica de este trabajo de investigación en:

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