Un activista anticaza, condenado a dos años de prisión por disparar con balines a un cazador
Un miembro de la sociedad de cazadores de Serres-sur-Arget, en Francia, recibió dos disparos realizados con una carabina de aire comprimido. El autor estaba cerca, pero no fue otro participante en la batida, sino de un atacante externo.
Sucedió un sábado durante la temporada de caza de 2020, pero la pasada semana se celebró el juicio para analizar las circunstancias en las que se produjo el ataque. Eran las 9:30 horas de la mañana cuando una cacería se celebraba en un bosque de Foix. Los cazadores estaban apostados cuando el propietario de una finca cercana, un varón de 50 años, decidió intentar detener la cacería y echar de allí a los cazadores haciendo uso del arma que tenía en su casa, una carabina de aire comprimido del calibre 5,5.
Herido en la boca y en el pecho
Uno de los disparos le alcanzó en el labio y le rompió un diente. Otro le impactó en el pecho. Ante estos hechos, el vecino detenido fue llevado a los tribunales y el juicio concluyó finalmente el pasado 29 de abril. En sus declaraciones, el ahora condenado, en cuya casa se encontraron varias armas, entre ellas una carabina del 5,5, y que ha trascendido que es ex militar y agente de seguridad, negó todos los hechos, intentando hacer creer que todo fue un complot por parte de los cazadores.
Esto ha llevado a los miembros del tribunal a cuestionar cierta paranoia y falta de discernimiento. Le han encontrado culpable del ataque y condenado a dos años de prisión, con libertad condicional, con obligación de recibir tratamiento psiquiátrico y a reparar el daño causado. La condena incluye la prohibición de poseer y portar armas durante otros cinco años.
