Un toro desafía con la mirada a dos lobos ibéricos
El semental pasa a escasa distancia de los depredadores, se detiene durante unos instantes para observarlos antes de continuar su camino.
El documento ha sido grabado por el fotógrafo segoviano Pedro Arroyo en la provincia de Ávila. El naturalista controla una manada de lobos en la zona desde hace dos años.
La provincia con más ataques
Ávila es la provincia de Castilla y León donde más ataques de lobos a explotaciones ganaderas se producen al año.
Más de 2.000 ataques han sido reconocidos oficialmente en el último año. Asaja Ávila eleva la cifra de las pérdidas ocasionadas por ataques de lobo a la ganadería a 3 millones de euros.
La mayor parte de ellos se registran en ganado vacuno. Las zonas de Gredos y de Alberche-Pinares son las más afectadas. El censo del lobo ibérico en la provincia abulense, realizado entre 2022 y 2023, contabilizó un total de 15 manadas. Este número supone el 42 por ciento de los lobos al sur del Duero.
Un toro que impone respeto
En esta ocasión, la corpulencia y el tamaño —un toro Limousin adulto pesa generalmente entre 700 y 1.000 kilos— intimidan a los lobos, que no se atreven a atacar al bovino.
