Un agricultor graba cómo un macho de perdiz roja defiende el nido de la presencia de otro perdigón
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Un agricultor graba cómo un macho de perdiz roja defiende el nido de la presencia de otro perdigón

Los machos solitarios malogran las puestas de las colleras consolidadas para que la hembra entre de nuevo en celo. De ahí la importancia de la caza de la patirroja con reclamo.


Miguel, uno de los guardas rurales que forma parte de la plantilla del Ayuntamiento de Fuentes de Andalucía, ha hecho público este vídeo grabado por Juan Antonio García Domínguez en la vereda Fuente de la Reina. Mientras recorría el camino con su tractor, el agricultor tuvo la fortuna de poder contemplar esta espectacular escena.

Según el profesional, se trata de dos machos autóctonos. "Ya quedan muy pocos lugares donde contar con esta especie salvaje y característica de la campiña. Fuentes de Andalucía puede presumir de ello gracias a la gestión conjunta de agricultura, caza y conservación".

 

Duelo de honor entre dos perdices rojas en el corazón de la campiña

La mayoría de las hembras de la especie ya tienen sus nidos preparados entre la maleza o están incubando los huevos.

El guarda rural explica el porqué del comportamiento de estos dos machos.

"Durante el periodo de celo, los machos viejos de perdiz roja se vuelven especialmente territoriales y agresivos. En esta época se producen muchas peleas entre ellos para dominar un territorio y atraer a las hembras. El problema viene cuando estos machos viejos, ya con experiencia y fuerza, no solo se enfrentan a otros machos, sino que también invaden territorios donde ya hay nidos terminados o en formación.

Estas peleas y desplazamientos tienen varias consecuencias negativas

1. Desplazan a los machos jóvenes que ya han formado pareja, haciendo que las hembras abandonen los nidos.

2. En ocasiones, en el forcejeo o en el trasiego, los nidos son pisoteados, malogrados o completamente destruidos, tanto por los propios machos como por la hembra al verse acosada.

3. Las hembras, al sentirse inseguras, abandonan el nido o dejan de incubar los huevos.

4. En otras ocasiones, los machos viejos pueden incluso matar a los pollos recién nacidos o romper los huevos, sobre todo si perciben que no son suyos, como forma de eliminar competencia y forzar a la hembra a volver a entrar en celo.

En resumen, aunque los machos viejos aportan genética fuerte, cuando hay muchos en el acotado y no hay suficiente equilibrio entre edades pueden ser más perjudiciales que beneficiosos durante la época de cría. Por eso, en muchos cotos se intenta gestionar el número de machos viejos mediante un control cinegético equilibrado, priorizando la conservación y la regeneración natural de la especie".

 


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