Una rehalera de seis años dedica su tiempo libre a pintar el núcleo zoológico de la rehala
Cuando finaliza la temporada de caza, los cazadores no abandonan a los perros, todo lo contrario, durante el período de veda cuidan de ellos y realizan las mejoras necesarias en las instalaciones en las que descansan.
En España son cada vez más las mujeres cazadoras. Un estudio sobre la mujer cazadora en España, elaborado por Fundación Artemisan y la Universidad de Extremadura revela que, las cazadoras españolas son jóvenes, menores de 40 años, tienen estudios medios superiores y tienen gran diversidad de perfiles profesionales. El número de licencias federativas de mujeres se ha cuadruplicado en los últimos diez años.
Heredera de una dinastía de cazadores
Melissa, una joven pacense de 6 años, es hija y nieta de cazadores. Su pasión por la caza y por los perros de caza enorgullece a su padre y su abuelo. Acompaña a la familia en las jornadas de caza menor desde que dio sus primeros pasos. Su padre no lleva arma de fuego para poder centrarse en cuidar de ella, mientras que su abuelo es el encargado de abatir las piezas que levantan los podencos andaluces.
Cumple el sueño de tener su propia rehala
José Gallardo, nacido en Valdetorres, localidad de la provincia de Badajoz, creó hace tres años las Rehalas Gallardo. Para hacer realidad su anhelo tuvo que realizar una importante inversión económica y vencer todas las dificultades que encontró en su camino. La rehala está compuesta por naveños, diferentes cruces de podenco y un alano español.
Al finalizar la temporada de caza mayor en Extremadura, los Gallardo dedican los fines de semana a pintar las instalaciones. Melissa se suma a esta tarea cada vez sus obligaciones se lo permiten. Además de ayudar a su padre en las reparaciones, cuida de los perros y limpia los habitáculos.