El poder de parada y agarre del dogo argentino
La raza, desarrollada específicamente para la caza por el Doctor Antonio Nores Martínez, es una de las más extendidas entre los rehaleros españoles. Imágenes como estas muestran el porqué de esta elección.
La raza, originaria de la provincia argentina de Córdoba, proviene de diferentes cruces del “viejo perro de pelea cordobés” con el bulldog inglés, gran danés, mastín de los pirineos, bull-terrier, boxer, pointer, dogo de burdeos e irish wolfhound. En el año 1947 fue presentado el estándar de la raza en el Club de Cazadores de la Ciudad de Buenos Aires. En 1964, es reconocida como raza por la Federación Cinológica Argentina y por la Sociedad Rural Argentina. 9 años después es aceptada su inscripción por la FCI.
¿Qué perro prefieren los rehaleros para cazar el jabalí?
Dogos argentinos, el terror de los jabalíes
En la página de Facebook del criador de dogos argentinos, con sede en Heber Springs, ciudad ubicada en el condado de Cleburne en el estado estadounidense de Arkansas, de nombre Dogo Breeders Circle S Kennel, podemos apreciar la fortaleza, bravura, codicia en la caza y la fuerza de mordida de esta raza.
Con un PSI de 500. El cazador colabora con sus perros de rastro y de presa en el control de la plaga de razorback o wild hog, términos aplicados a jabalíes o híbridos de jabalí y cerdo, que está causando cuantiosos daños en su tierra natal. Los canes de rastro localizan y detienen la marcha de los cochinos, mientras que los dogos argentinos son los encargados de atraparlos y permitir que su propietario lo remate a cuchillo.
Los jabalíes invaden granjas y cultivos
La proliferación de los suidos salvajes en Estados Unidos y Australia está poniendo en peligro la supervivencia del sector primario. Los cochinos provocan cada año pérdidas en cultivos y pastos por un valor de 288 millones de euros. A los perjuicios a la agricultura, hay que sumar la amenaza que suponen para la riqueza de especies de vertebrados en las zonas que han colonizado.