Dos lobos se aparean delante de una cámara de fototrampeo y dejan este documento grabado
La experiencia y la buena suerte de un fotógrafo le ha llevado a conseguir una grabación nocturna del apareamiento de una pareja de esta especie de depredadores.
“Imágenes excepcionales de una pareja de lobos salvajes apareándose en la nieve”. Así nos avanza lo que vamos a ver este apasionado de las cámaras de fototrampeo que opera en Suiza. Estamos ante el responsable de una marca que en redes sociales cuenta con un contenido de gran valor que nos permite asistir al día a día de distintas especies de la fauna local del país centroeuropeo. Ni la nieve ni el frío aplaca el instinto de reproducción de estos ejemplares de lobo gris (Canis lupus), que quedan enganchados tras la cópula justo delante de la cámara colocada en este paso habitual de fauna.
El celo en el lobo
En nuestro país, la única época del año que prepara la reproducción de este depredador suele producirse en el mes de marzo. Los machos suelen anticiparse a la receptibilidad de las hembras mostrándose mucho más cercanos que en otros tiempos del año. Por ello, a finales de enero ya podemos ver a las parejas formadas y prácticamente inseparables durante buena parte de la jornada. Estamos ante una especie que acostumbra a ser monógama y con una jerarquía social que lleva solo a copular a los individuos dominantes. Esto lleva a que, por lo general, cada temporada se produzca una única camada que nace tras unos 63 días de gestación.
Los estudios realizados han concluido que el tamaño medio de 129 camadas observadas en época estival fue de 5,33 lobeznos (Blanco et al., 1990a). Aunque siempre hay excepciones, y una de las más llamativas se registró en 1989 en la provincia de Valladolid, con una camada de 10 lobeznos, y todos sobrevivieron al menos hasta los tres meses y medio de edad (L.M. Barrientos, com. pers.).
