Un estudio científico de 2019 demuestra que la munición de plomo para la caza tiene un impacto mínimo en el medio ambiente
Investigación

Un estudio científico de 2019 demuestra que la munición de plomo para la caza tiene un impacto mínimo en el medio ambiente

El estudio científico «Incidencia y repercusión sobre las aves cinegéticas no acuáticas por aporte de perdigones de plomo al medio terrestre» se presentó en 2019 con la financiación de la Federación Sectorial Armera (FSA) y el apoyo de más de 30 entidades de referencia.


Entre estas entidades se encuentran la Subdirección General de Silvicultura y Montes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, las federaciones de caza, las direcciones generales de medio ambiente, o equivalentes, de varias comunidades autónomas, así como el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (CSIC-UCLM-JCCM).

Ante la polémica surgida por la presentación ayer de un borrador de reglamento elaborado por la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) para prohibir el uso de munición de plomo en la caza en toda Europa, la Federación Andaluza de Caza denuncia que la Unión Europea ha ignorado el estudio científico «Incidencia y repercusión sobre las aves cinegéticas no acuáticas por aporte de perdigones de plomo al medio terrestre», cuyas conclusiones demostraron en 2019 la mínima incidencia que esta munición tiene sobre el medio ambiente.

Un estudio riguroso y amplio

Este estudio, elaborado entre 2016 y 2019 por profesionales de la Universidad Politécnica de Valencia, de la Universidad de Murcia y consultores privados, muestreó un total de 530 ejemplares de aves cinegéticas de siete especies diferentes, en nueve provincias de seis comunidades autónomas. Se analizaron buches, mollejas, intestinos y concentraciones de plomo en tejidos (hígado y, en su caso, riñón), presentándose como el mayor trabajo desarrollado en el medio terrestre por tipo de especies, número de muestras y análisis de órganos y tejidos realizado en España y uno de los primeros a nivel mundial.

Los resultados obtenidos indican que la concentración de plomo hepático es muy baja en las aves cinegéticas estudiadas y muy similar a la concentración que presentan poblaciones de animales no cinegéticos. Además, el estudio demuestra que se debe tener en cuenta la posibilidad de que las aves estén expuestas a diversas fuentes de plomo y no solo a los perdigones utilizados en la caza.

Asimismo, las cifras obtenidas en el estudio muestran que el porcentaje de aves con probable ingesta de perdigones del medio y repercusión en sus tejidos es bajo (3,0-3,8%), situándose por debajo de los resultados obtenidos por otros autores en estudios con un menor número de muestras.

Denuncia contra la Unión Europea

Para José María Mancheño, presidente de la Federación Andaluza de Caza, todo esto demuestra que «una vez más, la Unión Europea se pliega a las presiones de los grupos ecologistas y anticaza sin contrastar los argumentos aportados por colectivos que, más allá de un interés real por la conservación, tienen como único objetivo limitar o prohibir la caza».

Metodología del estudio

El estudio, que cuenta con múltiples variables y datos recogidos para posibilitar una mejor comprensión de los resultados, analizó las siguientes especies cinegéticas granívoras que requieren gastrolitos en su alimentación: perdices rojas (219), perdices morunas (13), codornices (31), palomas torcaces (107), palomas bravías (99), palomas zuritas (30) y tórtolas europeas (31).

La mayoría de las capturas se realizaron mediante disparo con munición de plomo (444), mientras que el resto se llevó a cabo mediante trampa de red (30), inyección letal (26), cetrería (24) y aire comprimido (6).

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