La esterilización temprana en perros aumenta el riesgo de padecer ciertos trastornos articulares y cáncer
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La esterilización temprana en perros aumenta el riesgo de padecer ciertos trastornos articulares y cáncer

Razas de tamaño mediano o grande, como el Labrador Retriever, Golden Retriever, Pastor Alemán y Boyero de Berna, son más susceptibles de sufrir alteraciones músculo-esqueléticas y neoplasias debido a la esterilización temprana.


La esterilización en perros durante su primer año de vida se ha convertido en una práctica peligrosamente rutinaria. Sin embargo, la Real Sociedad Canina de España (RSCE), la organización más importante y decana de España relacionada con el mundo del perro, advierte, coincidiendo con el Día Mundial de la Esterilización Animal, de que esta actuación temprana puede estar asociada a un mayor riesgo para la salud y a cambios no deseados en el comportamiento del animal en determinadas razas.

La RSCE explica que la esterilización prepuberal en perros se realiza cada vez más temprano, en torno a los seis meses desde el nacimiento, una práctica que aumenta el riesgo de lesiones que debilitan las articulaciones y generan algunos tipos de cáncer, de acuerdo con un estudio de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de California-Davis.

Entre los trastornos derivados de esta práctica, son comunes la displasia de cadera, la rotura o desgarro del ligamento cruzado craneal y la displasia de codo. Asimismo, entre los cánceres destacan el linfoma (sistema linfático), el mastocitoma (piel), el hemangiosarcoma (vasos sanguíneos) y el osteosarcoma (huesos).

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Se ha demostrado que la esterilización acarrea consecencias en la salud del perro.

Las razas grandes, más propensas

Ahora bien, la RSCE explica que este riesgo no tiene las mismas consecuencias en todos los perros, pues la incidencia varía en función del tamaño corporal. Así, las razas grandes son más propensas a desarrollar enfermedades derivadas de la esterilización temprana.

Los Labrador Retriever, Golden Retriever y Pastor Alemán castrados están más expuestos a las posibles consecuencias adversas de la esterilización temprana, pudiendo padecer una o más lesiones articulares en los machos, y de dos a cuatro veces más en las hembras. Razas como los mastines, terranovas, rhodesian ridgebacks y huskies siberianos también pertenecen a este grupo de riesgo.

Por el contrario, razas de perro pequeñas, como el Chihuahua, el Pomerania, el Poodle Toy y el Yorkshire Terrier, no corren el mismo peligro que las razas de mayor tamaño.

Impacto en el metabolismo y comportamiento

Además de los problemas físicos, la esterilización temprana conlleva una alteración del metabolismo. La RSCE recuerda que la castración también se vincula con el desarrollo de ciertos problemas de comportamiento, como el miedo o la agresividad, lo que puede modificar el temperamento del perro.

Aunque el riesgo de sufrir estos efectos es frecuente en pocas razas, retrasar la esterilización un año desde el nacimiento puede reducir la probabilidad de desarrollar enfermedades en aquellas razas donde este problema es significativo. Al tomar la decisión de esterilizar, se debe evaluar el estilo de vida y las circunstancias particulares de cada perro para determinar el momento adecuado.

No podemos olvidar que la esterilización es una medida de control de la población, aunque no la única, y que previene la aparición de tumores de mama en algunas razas caninas predispuestas a esta patología.

Un llamado a la tenencia responsable

Según el presidente de la RSCE, José Miguel Doval: «La decisión de esterilizar a un perro debe tomarse de manera informada y atendiendo a criterios veterinarios, de bienestar animal y de tenencia responsable. Esta práctica no debe decidirse de manera arbitraria, sino de manera responsable, pues estaríamos poniendo en peligro el bienestar y la salud de los perros».

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