Caza de jabalíes y zorros en arroyos de carrizos y zarzas con jagd terrier
Los valientes canes del afijo Jagd Terrier de la Casa Guerra desalojan los cochinos y raposos que encuentran a su paso. Al finalizar la jornada, la percha es de 4 jabalíes y seis zorros.
El control de depredadores se ha convertido en una actividad vital en los cotos de caza menor. jabalíes, urracas y zorros diezman las poblaciones de perdices, conejos y liebres. A esto hay que sumar los daños que causan los raposos y cochinos a la ganadería.
Un todoterreno entre los perros de caza
El jagd terrier pese a su pequeño tamaño es capaz de enfrentarse a cualquier tipo de presa. Los perros de esta raza no temen practicamente a nada. En esta ocasión los integrantes de Caza en Madriguera Traperos aceptan la invitación de los propietarios del afijo Jagd Terrier de la Casa Guerra para participar en una jornada de caza en superficie en Toledo.
El terreno a cazar son arroyos de carrizos, cañas y zarzas distribuidos en una zona de cultivos. Las piezas a batir cochinos y raposos. Desde el momento de la suelta de los diez jagd terriers, se comienzan a oír las primeras ladras. Los canes mueven los zorros que se encuentran en una frondosa masa de vegetación de ribera.
Jabalíes en las parcelas de siembra
La presencia de las huellas de una piara de cochinos en el barro pone en alerta a los cazadores. Los canes tardan poco en levantar al grupo de suidos. Pese a la diferencia de peso entre los perros y los jabalíes, los obligan a salir a los bordes del arroyo donde los esperan los integrantes de Casa Guerra y Los Traperos.