Los veterinarios dicen basta: las clínicas veterinarias de toda España cierran mañana sus puertas
‘Control de antibióticos, sí. Sistema PRESVET, no’. Los profesionales se oponen a la implantación de una ley que «pone en riesgo la vida de los pacientes».
La Real Sociedad Canina de España se ha unido en bloque al colectivo de veterinarios frente al nuevo sistema de control de antibióticos que ha impuesto el gobierno. Son muchos los cazadores los que están apoyando al colectivo de la sanidad animal en su cruzada para reformar la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios.
¿Qué peligro supone para los perros de caza la implantación del sistema PRESVET?
El colectivo Veterinarios Unidos enumera los "conflictos identificados" al entrar este Real Decreto, elaborado por el Ministerio de Agricultura, en vigor.
1. restricciones al libre ejercicio profesional
La normativa actual limita la toma de decisiones clínicas basadas en el criterio profesional, lo que puede afectar la calidad de la atención ofrecida a nuestros pacientes.
2. riesgos para la vida del paciente
En situaciones críticas, cuando el procedimiento para obtener una muestra compromete la vida del paciente, o bien el tiempo necesario para realizar pruebas laboratoriales es excesivo debido a la gravedad del proceso, el sistema Presvet nos imposibilita a la hora de tomar decisiones rápidas y de forma justificada en situaciones críticas. Deberíamos poder priorizar siempre la vida y el bienestar del paciente.
3. Sanciones desproporcionadas
El enfoque punitivo del sistema Presvet es preocupante e injusto, criminalizando al veterinario por errores administrativos. Creemos que su objetivo debería ser la monitorización y la mejora continua del uso de antibióticos, no la sanción.
4. Desatención en animales sin Chip
En los casos de animales no identificados, surge la dificultad de cumplir con los protocolos de trazabilidad. Y por otro lado entra en conflicto con la Ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales ya que al no ser trazable nos impide el tratamiento de animales y nos conduce a su desatención.
5. Costes inasumibles para propietarios
En un escenario teórico lo ideal sería realizar siempre un antibiograma. Pero en el mundo real, si un cliente rechaza pruebas necesarias y el tratamiento con antibióticos del grupo D no es efectivo no tenemos margen de actuación.
6. Gestión de excedentes de medicamentos
La caducidad de los antibióticos inyectables es un riesgo, especialmente ante las nuevas normativas. El sistema Presvet no contempla dicho problema no pudiendo justificar dichos excedentes, errores humanos en los cálculos del porcentaje del envase, inyecciones desechadas por problemas de manejo del paciente, etc.
7. Integración Incompleta con programas de gestión
Los sistemas de gestión veterinaria aún no están completamente adaptados al nuevo marco normativo, dificultando la trazabilidad de los tratamientos.
8. Cobertura del Real Decreto para Antimicrobianos Tópicos
Los antimicrobianos tópicos, sujetos a las mismas restricciones y protocolos que los sistémicos, son aún más difíciles de justificar.
9. gestión de tratamientos con excedente
El sistema Presvet nos obliga a recetar siempre presentaciones comerciales, que no se ajustan a la duración exacta del tratamiento. Esto genera sobrantes que quedan en manos de los tutores del paciente pudiendo generar un mal uso por su parte, favoreciendo las resistencias que precisamente queremos evitar.
10. Aumento del riesgo de automedicación
Los sobrantes de antibióticos pueden ser usados sin supervisión veterinaria, lo que fomenta la automedicación, aumenta el riesgo de resistencias y pone en peligro la salud de los animales. La cesión por parte del veterinario de la cantidad exacta de pastillas, ajustadas al paciente y a la duración del tratamiento, evita este problema.
11. Trazabilidad de inyectables
Existe incertidumbre sobre cómo garantizar la trazabilidad de los tratamientos inyectables en el sistema Presvet. Por muy buena fe que el profesional ponga, es imposible en la práctica justificar hasta el último mililitro de una presentación inyectable.
12. Impacto en la efectividad clínica
La burocracia introducida por Presvet retrasa el inicio de los tratamientos y limita las opciones disponibles, lo que compromete la capacidad de los veterinarios para actuar de forma rápida y adecuada según el caso clínico.
13. Carga administrativa excesiva
Las clínicas veterinarias, muchas de ellas gestionadas por solo uno o dos veterinarios, ya enfrentan una gran carga burocrática. La implementación de Presvet solo aumentaría esta carga administrativa, alejándonos de nuestra principal labor: cuidar a los pacientes.
¿Cuáles son las reivindicaciones de los veterinarios?
Comunicado de la Asociación Empresarios Veterinarios de Animales de compañía de Cádiz.
1- Decretar una moratoria para la comunicación obligatoria del uso y prescripción de antibióticos a los animales de compañía, de modo que se disminuyan las cargas administrativas y se dé tiempo para que todos los implicados puedan establecer pasarelas de comunicaciones funcionales, cosa que actualmente no está sucediendo, especialmente en Andalucía.
2- Reformar la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, con el fin de que se permita que los clientes de los Centros Sanitarios Veterinarios puedan recibir en el momento los medicamentos que precisen para completar los tratamientos de sus animales, de modo que se eviten demoras, se prevengan las automedicaciones y se luche más eficazmente contra la resistencia a los antibióticos.
3- En Andalucía, reformar la Orden andaluza 20 noviembre de 2012 que limita el número de medicamentos de uso humano que pueden tener los veterinarios en su botiquín de depósito especial. Dicho listado es escaso y no se adecua a las necesidades de los profesionales.
4- Impulsar el retorno a un tipo reducido del IVA de los servicios veterinarios a animales de compañía como lo tienen el resto de profesiones sanitarias en España. Medida que, entre otras cosas, facilitaría el acceso a la sanidad veterinaria de las personas con menores recursos económicos.
