Un peligroso jabalí de 130 kilos y perros de rehala valientes: así fue el agarre de este monstruoso macareno
Crónicas de caza

Un peligroso jabalí de 130 kilos y perros de rehala valientes: así fue el agarre de este monstruoso macareno

Hoy visitamos la Comarca de Cazorla para conocer a un rehalero y a sus valientes perros para que nos cuenten la última gran batalla que han protagonizado contra un gigantesco y peligrosísimo jabalí.


El rehalero y su hijo, ambos de nombre Eduardo, escucharon la ladra de los perros a mucha distancia. Padre, con 40 años, y su fiel escudero, con solo 13, corrieron a toda prisa para intentar llegar lo antes posible al agarre. “Sabía que era un jabalí grande, nos dice el rehalero, que lleva más de dos décadas escuchando estas ladras de sus perros, la rehala Cueva Galo, por los montes de distintos cazaderos. Las monterías que conocen a sus podencos campaneros y alanos españoles no dudan en contar con ellos. “Me decanté por los perros españoles. El podenco campanero y el alano español, perros autóctonos, muy nobles y valientes”, continúa Eduardo.

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Los gastos veterinarios que afrontan los rehaleros

Así es Berrendo, uno de los alanos que se enfrentó cuerpo a cuerpo con un enemigo que multiplicaba su peso y que, además, portaba unos temibles colmillos en su boca. Un macho de cuatro años que tuvo que ser llevado al veterinario después de que el rehalero le atendiera en un primer momento. El botiquín de primeros auxilios siempre les acompaña. Ha salvado ya muchas vidas, como la de este alano y la de un podenco que también acabó en el servicio de urgencias del veterinario de confianza del cazador.

Porque la factura del veterinario es algo que acaba en la carpeta de los rehaleros siempre que sus perros lo necesitan, sin importar lo que les cueste. Eduardo nos cuenta que, en este sentido, tiene suerte. “El veterinario es un buen amigo. Me llevó 160 euros por cada perro. Sé que en cualquier otro sitio hubiera sido más del doble”. Aun así, cada año gasta una suma muy superior en curar a sus fieles compañeros caninos.

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Berrendo, el valiente alano español, recuperándose tras la batalla con el gran jabalí.

Un gigantesco jabalí agarrado por los valientes perros

Pero volvamos a la mañana del pasado 26 de enero en la mancha La Loma, de Huesa, en Jaén, en plena Comarca de Cazorla. La rehala estaba compuesta por 26 perros: 23 podencos, dos de agarre y un cruzado. Cuando los Eduardos, padre e hijo, llegaron al agarre, el más experimentado entró al remate enseguida. Al ver al macareno confirmó lo que ya sabía: era un animal enorme, en entre 130 y 140 kilos. Y dotado de unos colmillos largos y afilados. Cuando el jabalí fue abatido, comenzó la tarea más importante del día: las curas a los perros heridos.

Sin duda, un lance que su hijo no olvidará, de esos que cimientan la afición a la caza con rehala. Aunque cuando le preguntamos a su padre si el joven continuará con la saga rehalera, no las tiene todas con él: “Eso parece, aunque nunca se sabe, corren malos tiempos para la rehala en temas de legislación”.

 


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