Primer plano de una liebre muy rápida y lista
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Primer plano de una liebre muy rápida y lista

El animal está descansando en su encame mientras alguien la graba y otra persona se acerca por detrás para intentar pillarla desprevenida y atraparla. Pero coger a una rápida liebre no resulta tan sencillo.


Detectar una liebre en su cama es algo reservado a los más experimentados y a los que cuentan con una visión más aguda. Sus tonos pardos se confunden con los terrenos en los que suele elegir cavar de manera rudimentaria entre grandes terrones de barbechos o entre la vegetación seca que encuentra y que le sirven de improvisado y rudimentario refugio para pasar las horas de menos luz del día. Y generalmente orientadas hacia la salida del sol para que le caliente la cabeza con sus primeros rayos.

Mientras es grabada desde una distancia muy cercana, alguien se le acerca por detrás. Piensa que la pillará desprevenida, pero no ha tenido en cuenta uno de los aspectos que la evolución de la especie ha dotado en estos pequeños animales, que son presas potenciales de multitud de depredadores.

 

Ojos perfectamente colocados para una visión casi periférica

Hablamos de la idónea colocación de los ojos en una disposición lateral de su cabeza. Algo Que le brinda la capacidad de controlar un campo de visión de casi 360 grados a su alrededor. De esta manera, aunque no lo parezca, esta pequeña rabona está siguiendo a su acosador mientras que se acerca y esto le permite elegir el momento justo para saltar del encame cuando la mano de aquel cae para intentar atraparla.

 


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