Caza bajo una intensa lluvia un jabalí con unos espectaculares colmillos
Crónicas de caza

Caza bajo una intensa lluvia un jabalí con unos espectaculares colmillos

La perseverancia y la pasión por la caza de un cazador asturiano han hecho posible el abate de este formidable cochino. El frío y las abundantes precipitaciones no llevaron al cazador a abandonar su puesto.


El ejemplar medallable se encuentra entre los tres mayores trofeos de la especie cazados por Diego Álvarez, un montero nacido hace 37 años en Gijón. Pese a su juventud, lleva más de dos décadas cazando jabalíes. Obtuvo el permiso de armas y la licencia de caza a los 14 años.

La caza del jabalí en estado puro

El fin de semana Diego participó en una cacería en un acotado de Villaviciosa, concejo del Principado de Asturias. Las adversas condiciones meteorológicas no hicieron a los participantes suspender la batida.

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Yukón junto al gran jabalí abatido en Asturias.

El cazador realiza la crónica de la cacería

"Tenía muy poca fe en este puesto, ya que estaba situado en un prado pero, como podemos ver, la caza te depara sorpresas como esta. No paraba de llover. Yukón, mi perro de la raza jagd terrier, y yo estábamos empapados. Como el campo estaba en silencio, decido liberarlo de sus ataduras. De repente, aparece un enorme jabalí por la zona sin vegetación. Lo veo venir por la parte baja de la pradería, como si se tratara de un fantasma.

Corro para intentar ganar algún metro. Portaba un rifle Blaser R8 del calibre 7mm RM equipado con un punto rojo Blaser Rd2O. El cochino estaba situado a 100 metros de mi posición. Yukón, que estaba suelto, lo ve y corre hacia el navajero como alma que lleva el diablo".

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A la izquierda, uno de los protagonistas del lance montero ante el enorme jabalí.

Un jabalí ‘tragabalas’

"Del cañón de mi arma sale una bala Federal Accubond de 160 grains. El macho ni se inmuta pese a encajar el proyectil. Disparo por segunda vez mientras el jagd terrier le recorta distancia. Continúa la marcha como si nada. La tercera detonación la realizo cuando va de culo. En esta ocasión veo que acusa el impacto, pero desaparece detrás de una mata. Siento al perro latir de parada. Cuando me asomo al otro lado del matorral encuentro al can arremetiendo contra el cochino. En un arriesgado remate culmino el lance a cuchillo".

El éxito de una jornada de caza no se mide por el tamaño del trofeo, sino por el momento vivido

"Sobre el tema del trofeo, estoy seguro que está entre mis 3 mejores jabalís, pero no sé de medidas ni puntuaciones, para mí eso está de más. Valoro, por encima de todo, otras cosas que hacen que un jabalí llegue a viejo. Este magnífico ejemplar, curtido en mil batallas, estaba tuerto. Me quedo con el lance en batida, en mi tierra, con mi gente. Esta es para mí la caza pura y salvaje.

Me quedo con la imagen de ver llegar a Kilyan, el perro que consiguió desencamar al gran jabalí, tras seguir de manera efectiva el rastro que dejó, a morder lo que es suyo, más que de nadie. Y con la satisfacción propia de conseguir pararle la caza a los perros y agradecido siempre a ellos y a los que están bregando por el monte para sacarlos a las posturas".

 


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