El Jack Russell Terrier, el perro del amo

El Jack Russell Terrier, el perro del amo

Ahora es cuando toca el corta y pega de Wikipedia: datos históricos del Jack Russell, sobre el reverendo John Russell, su afición a la caza y su perfil de perro de madriguera que buscaba.


El Jack Russell tiene un pasado, al igual que todas las razas, condicionado por las necesidades de un criador o grupo de criadores, que jugando a mezclar razas seleccionaron un estándar para cumplir un objetivo. Aquí vienen las sorpresas, ya que el Jack fue creado para matar, acosar y sacar presas de madrigueras. Y eso fue hace relativamente poco. Sin embargo, el ser humano tiene la capacidad de realizar transformaciones constantes en sus mascotas, y al final se retoca la genética. En este caso, atraídos por su espectacular físico, se ha conseguido mantener el perro que creó el reverendo. Hoy día, el Jack ya no siente esos deseos de presa, muerte o derribo. Eso sí, están latentes.

 

Afortunadamente, lo mejor está a punto de llegar. ¿Qué ocurre entonces? Una vez llegado a este punto, alguien debe explicar el éxito de la raza, que hasta ahora no entendemos. Y os aseguro que después de leer esto querrás adquirir un auténtico Jack Russell. La tipicidad, su morfología, potencia, inteligencia, robustez y espíritu terrier hacen de él un aliado perfecto que todos queremos. Trabajador, valiente y vigoroso, con gran necesidad de ejercicio, su relación con su amo y su familia lo convierten en una mascota inolvidable. Será uno más de la casa, y su amo será su máxima en la vida. Es incondicional a sus órdenes, tanto que es de las pocas razas cuya vida pierde sentido sin su amo. Excelente con los niños, será uno más en sus juegos.

 

¿Por qué el Jack?

Imagínate hace 100 años, y hoy quieres comprar un perro. A principios del siglo XX las normas eran distintas para los perros y para las personas. El perro era un animal poco evolucionado respecto a su amo, y se hacía un uso distinto al actual. De pronto acoges uno como mascota, lo llevas a casa, le pones nombre y lo alimentas. Es un perro privilegiado y agradecido. Este sentimiento de gratitud hacia su amo es lo que define al Jack Russell hoy día: sentimiento de amo.

 

Hace no mucho, las normativas no decían nada sobre los perros callejeros ni sobre llevarlos con collar. ¿Nadie recuerda cómo antes ibas por la calle con tu perro sin correa y no se despegaba de tus andares? No existía nada que enturbiara el paseo, ni algo que hiciera apartar la mirada del perro a los pies de su amo. Ese amo que llevaba a su perro a casi todos los sitios. En una cafetería con un cartel de "prohibido la entrada a perros", en la puerta el perro tomaba el sol, suelto, sin correa. El amo salía y solo tenía que silbar. Ese es el Jack Russell.

 

¿Qué no es un Jack?

¿Deseas una mascota cojín? ¿Una que duerma 12 horas seguidas, que no sienta deseos de salir a la calle? ¿Quieres un perro con una vida limitada a un paseo al día y un triste plato de pienso seco, que cambiaría de amo cada seis meses por esas mínimas exigencias? ¡Aquí no es!

El Jack no es nada de eso. Quiere tu sofá, tu comida, tu cama. Busca el puesto más cercano a esa pirámide de poderes que se establece en la naturaleza, pero su lucha por ser alfa se lleva a cabo con total dependencia hacia su amo. Por eso aparece en todos los anuncios y destaca entre otras razas. Su amo, si tiene la capacidad y valentía de educarlo con disciplina, seriedad y respeto, logrará lo que quiera de su Jack Russell.

 

Definiendo al Jack Russell

Imagínate que te compras un coche, pero no uno cualquiera: un Ferrari. Puedes usarlo para llevar a tu hijo al colegio, hacer la compra o salir el fin de semana. Pero un día decides llevarlo a un circuito y lo pones a 300 km/h. El Jack Russell hace lo mismo: te acompaña al colegio, al supermercado, y cuando juega en el parque con otros perros, llega primero a la pelota, salta cinco veces su tamaño y destaca por su físico. Es un "ladrillo con cuatro patas", con un full-equip de serie: hueso, músculo, rapidez, audacia e inteligencia. Todo lo que otras razas han perdido, él lo conserva intacto.

Su olfato, desarrollado para la caza, sigue en pleno rendimiento. Aunque alejado de las madrigueras, es capaz de "ver" con la nariz lo que nadie más puede imaginar.

¿Qué es lo peor del Jack Russell?

Lo peor es que solo puedes hablar de esto con alguien que tenga uno. Si cuentas tus experiencias a otros, se quedarán con la sensación de que quieres demasiado a tu Jack.

 

La cría del Jack Russell en España

En España, se están definiendo dos líneas de cría: el pelo corto y el pelo duro. Este debate no solo afecta a nuestro país, sino también a Europa. En este punto, debemos reflexionar: ¿es el Jack Russell un perro de trabajo o de exposición? Mi opinión puede no ser popular, pero creo que centrarse en el aspecto físico puede alterar las características esenciales de la raza. El exceso de cepillado, baño y manipulación afecta las actitudes del ejemplar. Por eso, un Jack Russell de pelo corto que viva al aire libre y nunca pase por la peluquería puede ser más fiel a su naturaleza que uno de exposición.

El pedigrí también es fundamental. Los ancestros nos guían hacia una cría adecuada. Sin embargo, la cría responsable debe priorizar la raza por encima de los egos personales. Al final, detrás de cada pedigrí hay un perro. Si solo buscas un papel, compra uno: ni come, ni mea, ni caga, pero tendrás un gran pedigrí en casa.

 

Que la naturaleza decida

Dejemos que la naturaleza haga su trabajo. Las crías más débiles quedarán en el camino, y los cachorros más fuertes prosperarán. Recordemos que esta raza posee un sistema social piramidal, donde las hembras solo permiten la monta del macho alfa. Este equilibrio natural es esencial para el desarrollo de cachorros excepcionales.

 

Luis Manoja, purista del Jack Russell

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