Cazan un jabalí con unos formidables colmillos en la Reserva Regional de Caza Saja
Crónicas de caza

Cazan un jabalí con unos formidables colmillos en la Reserva Regional de Caza Saja

El cochino, de 118 kilos, ha sido abatido por los integrantes de la cuadrilla 115 de Juan Díaz Calderón. De la mandíbula inferior del macho sobresalen 8 centímetros de navajas.


Sirva este artículo como homenaje a Tipo, un perro de la raza sabueso Astur-Cántabro propiedad de Riki Álvarez. El cazador y su familia están destrozados por la pérdida del can en trágicas circunstancias.

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La caza del jabalí en estado puro

El domingo, los componentes de la cuadrilla 115, con sede en Ucieda, localidad del municipio de Ruente, en Cantabria, se encargaron de cazar el lote Ucieda Norte de la Reserva Regional de Caza Saja. Luis y los hermanos Álvarez, Riki y Rubén, eran algunos de los trailleros encargados de aplazar y levantar los cochinos.

Al comenzar la cacería, Tipo detectó el rastro de un jabalí. Se trataba de un enorme macho. Sin embargo, al llegar el traillero al encame del cochino, encontró sin vida al sabueso Astur-Cántabro. El cochino, de 118 kilos, fue finalmente abatido por Lolín. Además, en la misma batida se abatieron dos jabalíes más, uno de ellos de 95 kilos.

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Carta de despedida de la cuadrilla de cazadores al sabueso Astur-Cántabro

Riki Álvarez y David Fernández, propietario de la cuenta Batidas Jabalí, rindieron un sentido homenaje al guerrero caído.

«Son muchos los perros de rastro que conocemos a lo largo de nuestra vida como cazadores. Algunos son cachorros a los que ves crecer y llegar a convertirse en grandes perros de caza que permanecerán por siempre en nuestro recuerdo. Tipo es uno de esos pocos señalados que alcanzan el Olimpo de los perros de rastro y son reconocidos allá donde van, incluso trascienden fronteras y hablan de ellos en lugares donde nunca les han visto cazar. Hablamos de un perro extraordinario en todos los sentidos.

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Tanto por su increíble fiabilidad y facilidad para dar con los rastros y seguir las demandas, como por su valentía. No se le resistían en la cama ni los jabalíes más complicados de echar. Lo suyo por los jabalíes era pura pasión, hasta tal punto que en ocasiones hubo que hacer la guía del cochino a su nombre.

El consuelo que nos queda es que muchos perros del norte llevan su sangre, la sangre de Tipo, un perro que ya forma parte de la historia y al que seguiremos recordando por muchos años.

Descansa en paz, compañero. Te bajé a hombros llorando y acariciándote como siempre hice. Eras muy especial para todos nosotros. Te recordaremos por siempre».

 


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