Aparece el cuerpo de un lobo colgado a la entrada de un pueblo
Ayer por la mañana, los vecinos de la localidad italiana de Frabosa Soprana encontraron el cadáver de un depredador colgado de una estructura metálica que suele acoger carteles publicitarios.
Las autoridades se encuentran en plena investigación para intentar descubrir quién o quiénes son los responsables del suceso y, por otra parte, dictaminar la causa de la muerte del depredador. Algo de lo que se está ocupando el Instituto Zooprofiláctico de Turín, al que han sido enviado los restos del cánido.
Fotografías sin censurar del lobo colgado a la entrada de Frabosa Soprana.
Colgar lobos muertos, una práctica demasiado repetida
Desde Club de Caza informamos el pasado 30 de julio acerca de un suceso similar. En aquella ocasión, fueron los vecinos de la población de Cuneo los que encontraron algo muy similar, con un ejemplar adulto colgado del cartel de entrada a la pequeña urbe. Tras la necropsia, las autoridades dictaminaron que el animal murió por un fuerte impacto producido por un vehículo, acabando así con las teorías que apuntaban a los ganaderos y a los cazadores como culpables de los hechos.
Así apareció el lobo muerto en Cuneo. Poco después se confirmaba que había sido víctima o causante de un accidente de tráfico.
El lobo dejará de estar totalmente protegido en Europa
Unos hechos que llegan pocos días después de que hayamos conocido que la protección total del lobo acabará gracias a que el Consejo de Europa haya aprobado la propuesta de la Unión Europea para que esto suceda y comience a plantearse el control de este depredador allí donde sus poblaciones lo aconsejen y ocasionen daños a la ganadería o al equilibrio natural.
Algo que también ha sucedido en España
Exhibir cadáveres o alguna parte del cuerpo de un lobo en un lugar público donde va a ser visto por mucha gente se ha convertido en una práctica demasiado repetida, también dentro de nuestras fronteras. Sin ir más atrás en el calendario, nos detenemos a finales del pasado año, cuando partes del cuerpo de un lobo, concretamente su cabeza y cola, fueron descubiertas al amanecer colgadas de cuerdas atadas en un puente asturiano. Otro caso similar lo encontramos años atrás y también en Asturias, una de las autonomías más castigadas por los ataques de los depredadores a la ganadería, cuando alguien que no pudo ser identificado arrojó la cabeza de un lobo al agua de una piscina pública en Infiesto.