Si vas a la iglesia, te regalan un Safari

¿Qué imagen tenemos de un predicador evangelista? Pues, casi seguro, la de un hombre vestido de traje, sotana o toga dando un sermón en una iglesia. Pues no. Adam Brassfield es un cazador de Arkansas que además es predicador y ha creado una organización cristiana llamada H.U.N.T.E.R.S.


 Un pastor evangélico norteamericano
Un pastor evangélico norteamericano 'convencional'
Estados Unidos es uno de los paises del Mundo que regala las historias más extravagantes y curiosas
Su organización se traslada de ciudad en ciudad para, como ellos dicen, «actualizar la imagen de la iglesia, cambiar algunos corazones, acercar a los hombre a Dios y regalar un 30-06». ¿Y esto por qué? Pues porque en la zona de Texas donde ha llevado a acabo su última ‘misión’ los hombres han dejado de ir a la iglesia para ir a cazar. Así que, ni cortos ni perezosos, las autoridades evangélicas locales pidieron ayuda a Brassfield para recuperar la fe de los cazadores. Este 30-06 que regalan, además de servir para la caza en las regiones locales, tiene una gran utilidad, por ejemplo, en un Safari por África. Por esta razón, decidieron regalar una semana de caza por tierras africanas a uno de los hombres que acudieran a la iglesia. El pastor de la iglesia de Texas donde Adam Brassfield puso en marcha esta idea, Terry D. Ray, se mostró muy satisfecho con la idea y dijo que con este regalo se proponían hacer llegar el verdadero mensaje de amor de Jesús hacia el colectivo de cazadores. Además, Brassfield ofreció consejos sobre caza, mostró un video de las últimas cacerías, respondió preguntas y, de paso, compartió el Evangelio con los cazadores. Aunque nos parezca increíble, esta idea funcionó y algunos de los miembros de la comunidad evangélica que, por norma general, no acudían a su cita eclesiástica por culpa de la caza o la pesca, se presentaron a tiempo para charlar con otros sobre el estado de la caza ese día. Para Brassfield, si a los hombres les gusta el fútbol, la pesca, la caza, las motos o las artes marciales, se debe aprovechar esto para atraerles y llamar su atención. Así que, su propuesta es clara: que los hombres vayan a la iglesia con sus mujeres, escuchen el evangelio y salgan con una caña, un rifle o una escopeta nueva o un viaje a las montañas para cazar cada domingo. Tanto el Safari como el 30-06 fue donado por las tiendas locales para regocijo de los cazadores que, cada domingo, si acuden a la iglesia tendrán un premio. Las mujeres han acogido la medida con mucha alegría y creen que, si la caza es lo que les gusta sus maridos, pues que les atraigan con eso. En definitiva, una manera muy creativa de compartir el mensaje divino que, cómo no, llega de tierras americanas. Lo que no podemos decirles es el nombre del afortunado ganador de ese Safari porque, aunque desde club-caza.com lo hemos buscado incesantemente, nos ha sido imposible encontrar la información en los periódicos locales de Texas y Arkansas.
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