El sabueso búlgaro: La historia con futuro
El sabueso búlgaro es un perro de rastro poco conocido en España. Sin embargo, en su país de origen, Bulgaria, tiene un gran número de seguidores. Especializado en la caza del jabalí, puede utilizarse para todas las especies de mayor, gracias a la combinación de unas excelentes cualidades físicas: olfato, agilidad, persistencia en la búsqueda y posterior persecución de las piezas y excepcional sentido de la orientación.
De tamaño medio, cuerpo fuerte, ligeramente alargado, el sabueso búlgaro es una raza de las más antiguas en la península Balcánica, representado en pinturas, esculturas y otros hallazgos históricos desde el siglo VII-VI a. C. Tracios, celtas, griegos e ilirios usaron para la caza sabuesos similares. Según el Dr. Locard, cinólogo esloveno, desde el año 2000 a. C. los elinos ya cazaban con estos perros, mientras el investigador Hegedorf opina que parte de la procedencia de este sabueso es asiática. Para la propagación de la raza jugaron un importante papel los perros entregados como regalos entre monarcas y también las múltiples guerras acaecidas en la Península Balcánica.
La historia contemporánea del sabueso búlgaro se inicia en 1968, cuando los líderes del entonces régimen socialista gobernante, se aficionan a la caza y dedican atención al sabueso autóctono, iniciándose su consolidación como raza en un criadero de la Federación Nacional de los Cazadores.
Más tarde, se pone en funcionamiento un trabajo excepcional de genética. Así, en el periodo entre 1978 a 1985 se toman datos de más de 350 ejemplares, lo que permitió dar los primeros pasos para la elaboración del estándar de la raza, que se modificó en 1986 y la FCI lo aceptó temporalmente; pero, al exigir más tarde datos adicionales, éstos no fueron aportados, provocando que el sabueso búlgaro fuera excluido de los registros de la FCI.
Para la caza, destaca su carácter equilibrado, el gran apego a su dueño, su excelente olfato y oído, y su gran resistencia física, lo que permite a estos sabuesos trabajar con perseverancia en medios cubiertos de espesa vegetación, gracias también a su inapreciable sentido de la orientación.
El sabueso búlgaro tiene una gran facilidad para encontrar rápidamente la caza, levantándola y persiguiéndola con tesón, y situando la pieza con una voz fuerte y clara.
A día de hoy existen varias líneas genéticas como base de la raza. La suerte es que en los últimos veinte años el interés por este perro ha aumentado, apoyando así al siempre deseado reconocimiento internacional de la raza. Con este fin se fundó el Club Nacional del Sabueso Búlgaro (NKBG), afiliado a la Federación Búlgara de Cinofilia, con el objetivo de reconocer y certificar la raza por la FCI.
En las imágenes, podemos apreciar la masiva participación en las exposiciones morfológicas del NKBG, patrocinado por la empresa Giga Consult Ltd., importadora exclusiva de la marca española de piensos Gosbi.
Aunque generalmente se destina en Bulgaria para la caza del jabalí, puede usarse para otras especies, gracias a su energía desbordante y alta resistencia durante la caza, con independencia de las condiciones meteorológicas y del terreno.