El mundo al revés: el pastor le da un susto de muerte al lobo
Se acerca sin hacer ruido. Se coloca justo detrás y grita cuando el depredador gira la cabeza al sentirse descubierto. Uno de los vídeos del año.
Las estrategias de depredación de los lobos varían sobremanera cuando se trata de un ejemplar solitario que ha sido expulsado de la manada o la ha abandonado por decisión propia. La disposición de un lobo de dejar su manada natal y aventurarse a emprender su camino en solitario es algo muy común y documentado por especialistas en la especie. Es lo que se ha denominado dispersión, y se explica en la manera más usual de los lobos para encontrar pareja y formar nuevas manadas.
Porque la manada de lobos pasa generalmente por una unidad familiar instaurada por una pareja reproductora adulta y las crías que tienen, incluyendo cachorros y lobos de un año, incluso subadultos. A medida que esos ejemplares jóvenes crecen, se van aventurando cada vez más lejos de su guarida. Con entre 1,5 y 2 años de edad, los ejemplares han llegado al pleno desarrollo físico, lo que los hace capaces de cazar presas por sí solos, sobre todo aquellas de menor tamaño o más desvalidas, sin olvidar los animales domésticos, mucho más accesibles para estos lobos solitarios.
Se ha documentado que los lobos se dispersan en cualquier época del año, pero se han registrado más casis en otoño e invierno, coincidiendo con el comienzo de la época reproductiva. Y cuando un lobo se dispersa, pasa los largos días y noches buscando presas y procurando pareja. Pero pueden pasar varios años hasta que una hembra o un macho coincide con él en la misma situación. Y todo ese tiempo, el depredador necesitará cazar para comer.
Un lobo solitario acecha al rebaño, pero es descubierto
Uno de estos ejemplares adultos sin manada es lo que encuentra el pastor acechando a sus ovejas. Se trata de un ganadero turco con mucha suerte, por llamarlo de alguna manera, ya que ha descubierto la enorme amenaza que representa el cánido salvaje para sus animales. Y decide acercarse de la misma manera que ha empleado el lobo, sin ruido, acechando, para colocarse justo detrás. Y cuando está detrás, a punto de poder tocarlo, decide darle un susto que difícilmente podrá olvidar.