¿Por qué los rifles y la munición Sako son tan precisos?
El principal objetivo que busca un buen cazador es acertar sus disparos con una precisión lo más elevada posible. Y los fabricantes lo saben. Es por eso que la precisión se ha convertido en la obsesión a perfeccionar por esos fabricantes que, con cada nuevo producto o modelo, buscan asentarse como referentes entre la élite.
Hoy hablamos de Sako, la firma procedente de Finlandia que lleva más de un siglo surtiendo de rifles y munición de primer nivel a los cazadores de todo el mundo. La historia y la vanguardia van de la mano para cumplir una filosofía que ha posicionado a aquella pequeña empresa que nació en la ciudad de Riihimäki como una de las más prestigiosas que aglutina el poderoso grupo Beretta Holding.
La inauguración de Sako ocurrió en 1919, cuando las autoridades finlandesas precisaban un taller para reparar los fusiles de fabricación rusa adquiridos durante la Guerra Civil. Dos años después, ese taller se independizó y se transformó en una empresa privada para pasar, además de la reparación de armas, a fabricarlas.
Más de un siglo después y con la irrupción de Beretta en el año 2000, el crecimiento de la firma ha vivido casi un cuarto de siglo de vertiginoso desarrollo que en los últimos tiempos ha protagonizado lanzamientos tan relevantes en el sector de las armas de caza como el rifle híbrido Sako S20, los más recientes Sako 90 y Sako 100, la munición Sako Powerhead Blade sin plomo o ha celebrado el hito de haber vendido la unidad número un millón del emblemático Tikka T3.
La precisión, condición indispensable
Como si del gatillo o del cerrojo se tratase, los responsables de Sako hablan de la precisión como de cualquier otra parte de las que forman sus rifles. Esto se asegura después de someter cada una de sus armas de la firma a estrictas pruebas de disparo en las que las agrupaciones de cinco balas deben plasmar una precisión insuperable.
La firma asegura que los rifles de caza y tiro deportivo Sako y Tikka (Sako 100, Sako 90, Sako S20, Tikka T3x), cuando se combinan con munición de precisión Sako TRG o Powerhead Blade sin plomo, pueden ofrecer una precisión inferior a sub MOA.
¿Cómo se consigue esta precisión y fiabilidad? Explicamos tres claves decisivas
La acción de cerrojo de Sako
Acción suave y tremendamente fiable, de acero inoxidable, de cuerpo cilíndrico de una sola pieza. Buscando y consiguiendo ser infalible e n un momento de máxima exigencia durante la caza, que es la carga y recarga de munición. Consigue que se deslice por la acción sin arrastres y cierra con total suavidad.
Un cañón amartillado en frío
Una de las firmas de identidad de Sako es que la elaboración de sus cañones siempre pasa por el amartillado en frío. Este método de fabricación consigue que las moléculas del acero queden más comprimidas y, además de una durabilidad y resistencia mucho mayores, será capaz de aguantar presiones muy altas.
Además, la precisión de un cañón queda directamente relacionada con el pulido de su interior, puesto que las superficies que entran en ligerísimo contacto con el proyectil deben contar con un óptimo y parejo trabajo de pulido.
Solo hay que imaginar que cuanto más áspera sea esta superficie, mayores serán las temperaturas que se alcancen al paso de los proyectiles y mayores deformaciones por dilatación sufrirá el interior de los cañones entre disparo y disparo, algo que afecta sobremanera a la precisión. Sin olvidar que una superficie más rugosa implica mayor incidencia en cuanto a residuos y requerirá una más delicada y profunda limpieza.
La firma incluye garantía de agrupación sub MOA de por vida en algunos de sus modelos, caso del Sako S20. Técnicos especialistas se ocupan de comprobar esta precisión en cada uno de los rifles de la firma.
El mecanismo de disparo: a la vanguardia mundial
Regulables en posición y presión para ajustarse a cada cazador y situación de disparo. La constante evolución ha llevado a crear el disparador de dos etapas del Sako S20. Con una llave allen se puede regular la distancia del gatillo hasta 4 mm hacia adelante o 3 hacia atrás para que el dedo se coloque de manera óptima en cada caso en el gatillo. El peso o presión es regulable desde 1 a 2 kilos. En cuanto al cuerpo del disparador, se ha fabricado en aluminio ligero y resistente, con el apoyo para el dedo de forma sobredimensionada para convertir la sensación de accionar sobre él resulte cómoda, instintiva y lo más sencilla posible, algo muy relevante en la precisión en disparos lejanos.