Demuestran que hay insecticidas que ‘atontan’ a las perdices ante los ataques de los depredadores
Un estudio experimental demuestra que las aves expuestas a dosis subletales del insecticida neonicotinoide imidacloprid presentan respuestas antidepredadoras alteradas que las hacen más vulnerables a la depredación, un efecto que debería ser considerado en la evaluación del riesgo ambiental derivado del uso de estos productos fitosanitarios neurotóxicos.
Los insecticidas neonicotinoides son una clase de productos químicos fitosanitarios usados ampliamente en la agricultura para proteger los cultivos de los insectos. Se trata de insecticidas sistémicos (ya que son absorbidos por las plantas, distribuyéndose por sus tejidos y afectando a los insectos que se alimentan de ellas) que actúan sobre el sistema nervioso de los insectos al unirse a los receptores de acetilcolina (un neurotransmisor clave para el control de los impulsos nerviosos), causando la sobreexcitación de las células nerviosas y la muerte del insecto.
Las evidencias existentes sobre la implicación de los insecticidas neonicotinoides en el declive de los insectos polinizadores condujo a la prohibición del uso de sus principios activos más tóxicos en la Unión Europea, como el imidacloprid, en 2018. Sin embargo, estos agentes neurotóxicos siguen utilizándose en muchos otros países del mundo, por lo que el estudio ecotoxicológico de sus impactos sigue siendo de gran relevancia, no sólo sobre la comunidad de insectos, sino también sobre otras especies animales. De hecho, aunque los insecticidas neonicotinoides se han considerado una clase selectiva de insecticidas debido a su mayor toxicidad en invertebrados, éstos también pueden unirse a los receptores nicotínicos de los animales vertebrados y causar neurotoxicidad, lo que podría afectar a su comportamiento y comprometer su supervivencia.
Científicos del Grupo de Investigación en Toxicología de Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM) y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina, han llevado a cabo un experimento para estudiar la respuesta conductual antidepredadores de la perdiz roja (Alectoris rufa) a amenazas simuladas de depredadores en escenarios de baja (1 mg/kg) y alta (6 mg/kg) exposición a imidacloprid. Los comportamientos antidepredadores se registraron como respuestas activas (escape, vigilancia activa) y pasivas (vigilancia pasiva, agacharse y quedarse inmóvil), midiéndose el tiempo de respuesta a los estímulos, el porcentaje de individuos que respondieron, la duración de la respuesta, la velocidad de las respuestas activas y las vocalizaciones.
El experimento fue llevado a cabo con la perdiz roja como modelo de estudio, ya que se trata de un ave propia de los paisajes agrícolas, que puede asemejarse en ecología y comportamiento a otras especies que habitan zonas en las que todavía se usan los neonicotinoides. Estas especies pueden verse expuestas a los insecticidas neonicotinoides de forma directa a través del consumo de semillas o plantas tratadas o del consumo de insectos expuestos. Las amenazas simuladas de depredadores, ejercidas sobre perdices rojas en grupos o individualmente, consistieron en llamadas de alarma intraespecíficas (de otras perdices) e interespecíficas (de urraca) a una silueta de rapaz (riesgo de depredación aérea) y a un modelo de zorro (riesgo de depredación terrestre).
En los experimentos con perdices en grupo, los resultados del estudio muestran que el tiempo durante el que las perdices permanecieron inmóviles y agachadas frente a la amenaza del depredador fue menor en las aves tratadas con una dosis de 6 mg de imidacloprid por kilogramo de peso corporal que en las aves control (no tratadas). Por su parte, en los experimentos con perdices individuales, la vigilancia pasiva frente a la alarma intraespecífica duró más tiempo en las perdices tratadas con 6 mg/kg de imidacloprid que en las perdices no tratadas. De forma general, estos resultados muestran hiperreactividad o mayor nerviosismo ante la amenaza depredadora después de una exposición subletal a imidacloprid, lo que puede tener consecuencias en la supervivencia en condiciones de campo, ya que hace al animal más visible para los depredadores.
La depredación puede tener impactos directos (mortalidad) e indirectos (éxito reproductor) sobre el estado poblacional de ciertas especies presa, siendo uno de los principales impulsores de la dinámica de sus poblaciones. Por lo tanto, los resultados de este estudio recomiendan considerar las alteraciones conductuales provocadas por la exposición subletal a insecticidas neonicotinoides, en animales vertebrados como las aves, en la evaluación del riesgo ambiental derivado del uso de estos productos fitosanitarios.
Resumen gráfico del trabajo de investigación.
Puedes consultar la publicación científica de este trabajo de investigación en:
Addy-Orduna, L. M., Ortiz-Santaliestra, M. E., Mougeot, F., Bolívar-Muñoz, P., Camarero, P. R., Mateo, R. 2024. Behavioral Responses of Imidacloprid-Dosed Farmland Birds to a Simulated Predation Risk. Environmental Science & Technology 58 (30), 13217-13225.