Fin de semana trágico en las carreteras por culpa de los jabalíes
Accidentes

Fin de semana trágico en las carreteras por culpa de los jabalíes

Un muerto y un doble accidente, ambos causados por suidos silvestres, dejan una crónica negra en cuanto a siniestros de tráfico en las carreteras españolas.


La muerte de un conductor siempre advierte sobre el problema que suponen los animales cuando se aproximan e invaden las calzadas por las que circulan los vehículos. Pero ya empieza a resultar tristemente habitual que un motorista choque con jabalíes. Aunque el de ayer pasó a ser uno de los peores accidentes con el resultado más pésimo: la muerte del conductor.

Un motorista muere tras chocar con un jabalí

Tenía 59 años, era vecino de Montblanc y circulaba por una carretera de Lleida, la C-233 a la altura del kilómetro 40,5. Allí, en terrenos de la localidad ilerdense de Albagés, el cochino intentaba cruzar la vía al mismo tiempo que el motorista, ocasionando un choque frontal que llevaba a una fatídica caída.

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El accidente obligó a cerrar la circulación de la carretera.

Inmediatamente, eran las 11:49 horas, el teléfono 112 de Emergencias recibía aviso para movilizar urgentemente a tres patrullas de los Mossos d’Esquadra, dos dotaciones de los Bombers de la Generalitat, y dos ambulancias del SEM, además del helicóptero medicalizado. Pero todo el despliegue resultó inútil porque las heridas sufridas acabaron siendo mortales.

Doble accidente en Málaga: un gran jabalí en una carretera de Coín

El jabalí colisionó solo con uno de los vehículos siniestrados, pero el segundo accidente ocurrió cuando otro conductor desatendía la conducción para mirar lo que había sucedido. El animal saltaba a la vía en el término municipal de Alahurín de la Torre. El choque fue inevitable para la mujer que conducía su vehículo y que sufría posteriormente un ataque de nervios que la llevó a ser atendida por el servicio de Emergencias.

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Jabalí atropellado en Málaga. Foto: BOMBEROS DE MÁLAGA.

El choque, además de afectar al animal, causó daños en un puesto de frutas que se había montado en el margen de la misma vía. El denominado ‘efecto mirón’ fue la causa del segundo choque.

 

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