El encantador de perdices: las silba y vienen a comer de su mano
Incontables perdices de la especie chukar responden a la llamada de un humano que utiliza varios silbidos para reclamarlas. Y las lleva hasta sus pies, donde se agacha y les ofrece grano que las aves picotean con total confianza.
Una granja de perdices ubicada en Turquía es el marco para la grabación de un vídeo que se ha convertido en viral por lo espectacular que resulta lo que vemos. Varios silbidos bastan para que las aves acudan a toda prisa junto a este criador. Lo llevan haciendo desde que salieron del cascarón y, a estas alturas, se ha convertido en una conducta aprendida que desarrollan con mucha naturalidad. Una perdiz silvestre, nacida y criada entre múltiples peligros en forma de depredadores, tanto voladores como terrestres, jamás se acercaría a una forma humana, por mucho alimento que le ofreciese.
La chukar, pariente euroasiática de nuestra perdiz roja
La encontramos desde países bañados por el mar Mediterráneo hasta zonas de Asia central, de donde es originaria. Habita desde en laderas de montañas hasta en valles de vegetación abundante. Gracias a su envidiable adaptación, ha sido llevaba a múltiples países de todo el mundo, donde ha pasado a engrosar la lista de especies de la familia de faisánidas. Hablamos de áreas tan dispares como Canadá, Estados Unidos, Nueva Zelanda o Australia. El nombre que le fue atribuido proviene de Pakistán, donde es el ave nacional, concretamente de la palabra chakhoor, que recuerda al sonido de su reclamo.
