Sorprende a dos imponentes ciervos con las cuernas enganchadas en el borde de una siembra
La manera de proceder de este cazador ante esta situación muestra la ejemplaridad del colectivo cinegético. Dispara en varias ocasiones su arma para intentar que los machos separen sus astas y puedan salvar sus vidas.
Los enfrentamientos entre los ciervos en época de celo pueden acabar en algunas ocasiones con la muerte de uno o de ambos contrincantes. En el desarrollo de estas batallas por el territorio y por reproducirse con las hembras, uno de los rivales, normalmente el de mayor porte, si se impone claramente, llega a cornear a su oponente.
Resulta frecuente también la muerte de ejemplares al quedar entrelazadas sus cuernas y no poder liberarse por sí mismos. Únicamente la intervención de guardas o cazadores puede salvar la vida de estos animales si son encontrados a tiempo.
Dos ciervos encelados luchan por el territorio
El gestor cinegético de la República Checa Jaroslav Koštecka publica en su cuenta de Instagram la situación a la que se ha enfrentado uno de sus clientes durante un rececho. Mientras que el cazador estaba intentando localizar un macho con un buen trofeo en un cultivo sorprende a dos ejemplares enfrentándose en el límite de la siembra. El cazador, en el fragor de la batalla, logra colocarse a pocos metros de la contienda.
Los ciervos estaban condenados a una muerte segura
Para su sorpresa, al aproximarse a los ungulados, comprueba que los machos están enganchados por las cuernas. Pese a que se trata de dos ejemplares con unos importantes trofeos el cazador no los abate. No sería un comportamiento ético, ni digno de un cazador. Con la intención de provocar que los machos separen sus cuernas dispara en varias ocasiones su arma.
Con la última de las detonaciones en las cercanías de las patas de los ciervos, logra su objetivo. Los venados se liberan de su trampa mortal de la manera más inesperada. Del forcejeo, rompe la asta de uno de ellos. En tanto que uno de los contrincantes se aleja al trote del lugar, el otro animal queda en estado de shock tras la ruptura de la cuerna. Se marcha dando tumbos, con una asta menos, pero con vida.