Una paloma torcaz de plumaje blanco entre un bando compuesto por miles de aves
El ejemplar con las alas y la pechuga de color blanco destaca sobremanera entre el resto de torcaces que abandonan el dormidero situado en el Puerto de Santa María.
Aves con este tipo de alteraciones en el plumaje son pocos comunes. Se estima que el leucismo parcial se presenta en los pájaros en uno de cada 30.000 ejemplares. Se trata de una mutación heredada en el proceso de formación de una manera total o parcial de la melanina.
Entre las aves que presentan esta alteración existen diferentes grados. Podemos encontrar plumas de un color no habitual en la especie en distintas partes del cuerpo del ave y en mayor o menor número. Los pájaros con leucismo tienen las patas y los ojos del color de la especie.
Cádiz no es solo un paraíso para el turismo
Circular por las carreteras que unen los municipios de Chiclana de la Frontera, Puerto de Santa María, Conil de la Frontera o Chipiona permite disfrutar cada mañana y al atardecer de la salida y la vuelta de las miles de palomas torcaces que se reúnen en los dormideros de la zona.
Miles de palomas torcaces abandonan cada mañana el dormidero para alimentarse en los cultivos cercanos
Raúl Gil, cimbelero extremeño afincado en el municipio gaditano del Puerto de Santa María, tiene la fortuna de poder contemplar a diario el espectáculo que supone la salida de las torcaces que han elegido la arboleda de la zona residencial de Vistahermosa, ubicada en la localidad en la que reside, para descansar.
El domingo, mientras él y su perro Ron veían los inmensos bandos de palomas salir de los árboles, distinguió en uno de ellos un ave con un plumaje atípico. Una torcaz con gran parte de su cuerpo de color blanco. Sin lugar a dudas un ejemplar único, de los que se ven en pocas ocasiones.