No te pierdas la preciosa muestra de este pointer inglés
El perro ha llegado hasta el lugar en el que su olfato le indica que se encuentra el ave. La nariz levantada para captar las emanaciones que arrastra el viento y el cuerpo, en tensión.
Los pequeños jadeos efectuados por su boca permiten respirar a este pointer inglés durante un momento de una tensión máxima. El perro ha buscado por estos terrenos repletos de vegetación hasta encontrar a su presa. Ha conseguido bloquearla y se halla a una escasa distancia, a la que su instinto le ha marcado esa espectacular parada, como lo describe el estándar de trabajo de la raza: “Terminando con una parada repentina como si hubiese chocado con una barrera invisible”. Esta es una preciosa representación de la muestra en el pointer inglés.
Una muestra de manual
Acudimos frase a frase y la aplicamos a estas imágenes, comprobando cada exigencia marcada en el ideal del estándar racial: La muestra “debe ser erguida como una estatua, firme en el viento con el cuello extendido casi haciendo línea con la cabeza y la caña nasal alta o, como mínimo, en línea horizontal, los orificios nasales dilatados, los ojos brillantes, rasgados demoníacos, las orejas, erguidas y tensas al máximo. Los músculos salientes, a veces con un miembro anterior flexionado o uno posterior en posición descuidada, olvidada inverosímilmente hacia atrás”.
El cuerpo, tenso
En lo referente a la posición del cuerpo, el estándar también parece escrito para ilustrar el vídeo que vemos: “Mientras, el cuerpo está recorrido, a veces, por un ligerísimo estremecimiento nervioso denotando una gran tensión con los músculos prominentes, lo que se traduce en levísimas vibraciones involuntarias. El rabo, muy tenso y quieto, en posición horizontal o un poco hacia abajo. Pero nunca en alto y por supuesto, nunca en movimiento, permaneciendo así completamente quieto demostrando una seguridad inexorable.
Las muestras han de ser siempre de forma erguida sin apenas flexión sobre las extremidades; pero con el esternón distanciado siempre del terreno, quiere y debe dominar el viento apoyándose siempre y solo en la emanación directa. Más si se presta a la orden de acercarse demasiado a la caza inmóvil para determinar el vuelo. Su avance debe ser en cualquier caso como se ha descrito anteriormente, a sacudidas”.
Vuela el ave y acaba el mágico momento
La arrancada en vuelo del ave termina con la muestra. Se encontraba, como vemos al final del vídeo, a escasos metros de la nariz del pointer y hacia uno de sus costados, lo que nos indica que el viento llega desde esa dirección. Las imágenes han sido tomadas por el fotógrafo turco de caza y naturaleza Aydın Başkaya.