El terrorífico momento en que un lobo planta cara a varios peregrinos del Camino de Santiago
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El terrorífico momento en que un lobo planta cara a varios peregrinos del Camino de Santiago

Los propios peregrinos grabaron el impactante momento en que un ejemplar de lobo ibérico se les pone delante de la senda por la que avanzan sin mostrar temor o respeto alguno por el ser humano.


Los peregrinos, de origen asiático, se encontraban en un terreno cercano a la Cruz del Ferro, en la Provincia de León, cuando un ejemplar joven de lobo ibérico aparece y se queda parado frente a ellos en mitad de la senda. ¿Imaginas lo que se sentirá si un súper depredador se acerca tanto que puedes incluso olerlo? Pues es lo que han inmortalizado estos peregrinos en el vídeo que compartimos a continuación.

 

El animal es un lobo ibérico. No se puede negar, debido a las signatus que observamos en sus patas delanteras y que forman parte del nombre científico de la especie endémica de la Península Ibérica Canis lupus signatus. Y los peregrinos lo saben, a tenor del nerviosismo que percibimos en sus palabras, cada vez a mayor volumen en un intento de que el animal muestre un poco de respeto hacia ellos. Afortunadamente, no se produce el ataque, y el lobo retrocede ante la determinación de los turistas. Aunque unos pasos más allá vuelve a mostrar esa actitud desafiante.

Senderistas acechados por lobos

No es la primera vez que uno de estos depredadores se ‘acercan’ demasiado a aquellos que se internan en el hábitat en el que viven y cazan. Hace dos años, en Club de Caza publicábamos el sorprendente caso de un senderista de Viveiro que tuvo que subir a un árbol ante el acoso de los lobos. Nuestra redacción se puso en contacto con el asustado deportista, Juan Carlos Vázquez, que nos contó que mientras caminaba por una pista forestal de San Roque, en terrenos del municipio gallego de Viveiro, sobre las 10:30 de la mañana observó cómo un animal atrevesaba el camino por el que paseaba. En un primer momento pensó que se trataba de un jabalí.

En numerosas ocasiones había visto animales de esta especie en la zona. Una vez recorridos los 300 metros que le separaban del lugar en el que vio al animal cruzar el camino oyó un ruido entre la maleza. Al girar la cabeza hacia la izquierda pudo ver cómo a menos de 10 metros de distancia le miraba fijamente un lobo que hasta ese instante había permanecido oculto en la vegetación. Al intentar alejarse del depredador se percató de que el animal no estaba solo. Estaba acompañado por tres ejemplares más. Juan Carlos estaba rodeado. Aterrorizado, salió corriendo hasta un eucalipto que se encontraba próximo a él. Se subió al tronco del árbol como medida de seguridad. Una vez en lo alto del eucalipto, miró hacia abajo, pero los lobos habían desaparecido. Pero permaneció subido al árbol hasta que un vehículo que circulaba por el camino escuchó sus gritos. Era un operario de un parque eólico que se dirigía a una subestación cercana. Tras contarle lo ocurrido accedió a llevarlo a la carretera más próxima.

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