Un lobo ataca a un corzo y está a punto de provocar un accidente de tráfico
El ungulado trata escapar del depredador refugiándose en una zona urbanizada. Lo que resulta sorprendente en esta escena es que al cánido salvaje no le asusta la presencia de los coches en su intento de dar caza al corzo.
Los cazadores que cazan habitualmente en tierra de lobos aseguran que el aumento poblacional de la especie y la presión que ello conlleva sobre corzos, ciervos y jabalíes está desplazando a la fauna silvestre a los núcleos urbanos. El informe sobre la situación del lobo ibérico en España elaborado por la Fundación Artemisan afirma que la población de lobos ha aumentado un 26% en la última década.
El corzo salva la vida gracias a la llegada de los vehículos
El ungulado cojea ostensiblemente de la pata trasera izquierda antes de la aparición del lobo en las imágenes grabadas en Salins-les-Bains, pueblo del noreste de Francia. El depredador, pese a que al conductor del coche que graba las imágenes detiene la marcha para no atropellar al herbívoro, intenta dar caza al ungulado corriendo a toda velocidad tras su presa.
Carreteras y calles, cotos de caza para los lobos
La hembra corre hacia el aparcamiento en una vivienda para tratar de escapar del cánido. La agilidad del corzo, a pesar de estar visiblemente herido, evita que sea atrapado por el lobo en las cercanías de la edificación. Cuando parece todo perdido para el ungulado, la aparición de otro automóvil en sentido contrario hace huir al depredador. Por suerte, el intento de caza no ha terminado en tragedia, gracias a la precaución de los conductores.