Los cazadores aportan 600 millones de euros anuales a la economía de Castilla-La Mancha
Además, el sector de la caza genera 14.000 empleos en la región, además de contribuir directamente en la gestión sostenible de la fauna silvestre.
Tras una reunión mantenido ayer entre el Gobierno regional y los representantes de los cazadores federados, las conclusiones han sido positivas por ambas partes. La representante de la Administración, Mercedes Gómez, consejera de Desarrollo Sostenible, ha señalado el compromiso de los suyos para “seguir trabajando mano a mano con el sector cinegético para que la caza siga manteniéndose como una actividad esencial en Castilla-La Mancha que no solo crea riqueza y dinamiza en nuestras áreas rurales, sino que contribuye de manera fundamental a la gestión sostenible de nuestra fauna silvestre.
Por su parte, Agustín Rabadán, presidente de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, ha subrayado la importancia del sector cinegético, “una Comunidad que cuenta con 115.000 licencias, y la actividad cinegética representa el 1,7 de nuestro PIB, movilizando 600 millones de euros al año creando 14.000 empleos”.
El Pacto por la Caza
Firmado con el presidente García-Page, el ‘Pacto por la Caza’ va logrando los objetivos por los que se inició, como es “la difusión de la actividad cinegética a través de actividades o ferias como Fercatur, la Feria de caza de Cuenca, o la de Villanueva de la Fuente”, así como el compromiso de destinar subvenciones públicas al sector, como la destinada, por importe de 580.000 euros para que los cazadores puedan llevar a cabo actuaciones de mejora de hábitats de especies de caza menor como la codorniz o la perdiz roja con acuerdos de custodia del territorio, además de realizar un importante esfuerzo de recopilación de datos en campo de las especies que la Unión Europea está estudiando como posible “estado inseguro de sus poblaciones, entre las que se encuentra la tórtola europea”.
Sin olvidar el ‘Plan de Gestión de la perdiz roja, o la participación activa en proyectos europeos como el ‘LIFE Iberconejo’ “con el que perseguimos mejorar el status de la especie en la Península Ibérica, tanto para reducir sus sobrepoblaciones, como para su fomento en las zonas donde se encuentra reducido su presencia”, subraya Gómez.
