Un galgo ha atrapado una liebre demasiado grande
El galgo español desarrolla una altura que se alza hasta los 70 centímetros medidos a la parte alta del hombro. Dos menos en las hembras más altas. Se trata de una altura considerable en un perro de caza. Mientras que una liebre ibérica adulta suele alcanzar un tamaño de entre 44 y 50 centímetros.
Un buen galgo, además de contar con una desmedida ambición por alcanzar a la liebre, con la velocidad y el arrojo que se lo permitan y un estado de forma excepcional para aguantar frenéticas carreras repletas de esprines y regates, debe ser capaz de, una vez atrapada, portarla y entregarla al cazador para que la presa no escape después de todo el esfuerzo realizado. Este es el punto en el que nos encontramos al asistir al siguiente vídeo.
Las tres especies de liebre en España
En los bosques, campos y montañas de la Península Ibérica podemos encontrar tres especies de liebre. Dos de ellas son endémicas de aquí, es decir, no habitan otros países. Se trata de la liebre de piornal y la ibérica. La primera de ellas solo se encuentra en la Cordillera Cantábrica y adquiere su nombre de uno de sus hábitats característicos: las laderas montañosas de piornos. Puede pesar entre 2,6 y 3,2 kilos, aunque se han capturado ejemplares mayores. Su pelaje, en su mayoría, es pardo, más oscuro en el dorso, pero con zonas blancas como el vientre, la parte trasera en la cola, el collar y parte de la cara. Cuanta con zonas de tono negro en la punta de las orejas y la cara dorsal de la cola.
Una liebre de 6,75 kilos cazada con un pointer
Nuestra liebre ibérica es la de menor tamaño entre las tres. En distintos estudios, como el realizado por Rodríguez et al. En 1997, se estudió una muestra de 261 ejemplares adultos capturados en Zamora y Valladolid vivos y solo 4 de ellos, todas hembras preñadas, pesaron más de 3.000 gramos. El mimo trabajo concluyó que el peso medio de las hembras no preñadas fue de 2.452 gramos, mientras que el de los machos se estableció en 2.193 gramos.
Se distribuye desde la costa mediterránea al sur de la desembocadura del Ebro hasta la atlántica, y desde los páramos de la meseta norte y la vertiente meridional del somontano navarro oscense hasta la costa de Andalucía (Palacios y Meijide, 1979). Cabrera (1914) localiza a esta especie en toda el área peninsular comprendida al sur del río Ebro, además de Galicia, Asturias y Mallorca. Especie ausente de la cornisa cantábrica desde el centro de Asturias hasta el País Vasco, con la excepción aquí de la Rioja alavesa. No se encuentra en la Cordillera Cantábrica, región donde vive otro endemismo ibérico, la liebre de piornal (Lepus castroviejoi). Especie escasa al norte del Ebro, está ausente del norte de Navarra, norte de Aragón y de la mayor parte de Cataluña, regiones ocupadas por la liebre europea (Lepus europaeus). En Álava la liebre ibérica se localiza exclusivamente en la Rioja alavesa, con el resto de la provincia ocupado por la liebre europea (Telletxea y Marquina, 2000).
Además de ellas, la liebre europea, la de mayor tamaño, puesto que puede llegar a medir 75 centímetros de longitud y pesar más de 5 kilos, aunque se han capturado ejemplares mucho mayores.
Liebres gigantes
¿Cuál es la especie de liebre más grande del mundo?
Existen distintas opiniones sobre cuál es la especie que ostenta los ejemplares de mayor tamaño entre las 32 qye forman el género Lepus. Tenemos que viajar hasta Alaska para encontrar el lepórido de mayor tamaño de nuestro planeta, según muchos biólogos, la liebre de Laska, Lepus othus. Pero los registros de los que los expertos hablan como media de tamaño, hasta 70 centímetros de longitud y hasta 7,2 kilos han sido superados por ejemplares extraordinarios de otras especies. Es el caso, como hemos visto, de la liebre europea (Lepus europaeus), que ostenta el honor de ser la más grande registrada en el mundo e inscrita por ello en el libro Guinness de los Récords Mundiales.