La viral lucha entre un gorrión y una mantis religiosa
El poderoso insecto levanta sus patas delanteras, que son sus armas más temidas. El ave ataca intentando evitarlas. Una lucha ocurrida sobre un taxi y grabada para convertirse en una prueba de que las pequeñas aves son capaces de enfrentarse a un enemigo tan peligroso como la mantis religiosa.
Existen diversas especies de gorrión. En todo el mundo, el más extendido es el común, un ave adaptable y poco exigente a la hora de alimentarse. De ahí su éxito poblacional. También conocido como gorrión español (Passer hispaniolensis), el moruno es de aspecto similar al común, pero con contrastes cromáticos más marcados en los machos, sobre todo en el llamativo barreado negro que luce en el dorso, el pecho y los flancos, que enlaza con un amplio babero también de tono oscuro, además de ser ligeramente mayor en tamaño. Es autóctono de la región mediterránea.
El gorrión molinero derrota a la temida mantis religiosa
Pero ninguno de estos es de la especie que protagoniza la pelea con la mantis religiosa. Tampoco el gorrión alpino, que vive en montañas por encima de 1.800 metros sobre el nivel del mar o el gorrión chillón, más grande y corpulento, con un color de plumaje más apagado incluso en los machos.
El depredador que se atreve a enfrentarse al poderoso insecto es un gorrión molinero (Passer montanus), la especie de menor tamaño de todos los gorriones que podemos encontrar en España, con una longitud de entre 12 y 14 centímetros y 24 gramos de peso. Pero su distribución internacional lleva a las siete subespecies reconocidas a habitar en la mayor parte de la Europa templada y Asia, donde ha sido grabado el vídeo. Se suele alimentar de semillas herbáceas, pero también consume invertebrados, sobre todo en época de cría para llevárselos a los polluelos.
La mantis religiosa, depredadora de aves
Un insecto con muchos nombres y una amplia distribución geográfica por todo el Viejo Mundo. La también conocida como santateresa, silbata, mamboretá, campamocha, tatadiós, cerbatana o simplemente mantis es un temible oponente para sus depredadores. No en vano, ha sido documentado en 13 países distintos cómo es capaz de capturar pájaros para devorarlos. Algo que ha recogido en un estudio la Universidad de Basilea con 147 casos en los que la mantis religiosa se especializa en acechar a sus presas en sus comederos habituales: “Depredación de aves por mantis religiosas: una perspectiva global”. Su más repetida víctima son los colibríes. Para ello, se apoya en sus poderosas patas delanteras, esas que vemos cómo utiliza como defensa ante los ataques del gorrión.
La investigación nos adelanta los hábitos depredadores de las mantis: “Las mantis religiosas (orden Mantodea, familia Mantidae) son depredadores distribuidos globalmente que son principalmente insectívoros; sin embargo, también pueden someter y consumir vertebrados, como se reporta anecdóticamente de la naturaleza y del cautiverio, incluyendo pequeñas ranas, lagartijas, salamandras, tritones, musarañas, ratones, serpientes, diminutas tortugas de caparazón blando e incluso una vez un pequeño murciélago”.
Los investigadores analizaron 147 eventos con 12 especies de mantis religiosas como depredadores de aves de los órdenes podiformes y Passeriformes, y representaron 24 especies identificadas de 14 familias originados en 13 países distintos.
“La mayoría de los casos de captura de aves fueron de colibríes (familia Trochilidae) en América del Norte y América del Sur (114 de 147 eventos totales). Los pesos de estas especies de colibríes variaron de 3 a 6 g, por lo que es probable que casi todas las especies de colibríes sean vulnerables a la depredación por mantis grandes donde co-ocurren. Dado que las mantis se alimentan de aves pequeñas y vulnerables, uno puede preguntarse si a veces capturan polluelos. El único informe de una mantis que mata y se come a los aparentes polluelos es el de Morse (1922) de Australia relacionado con el pico espino de rabadilla amarilla”.
Stagmomantis limbata devorando un colibrí de Ana (Calypte anna) en las estribaciones de la Sierra Nevada, California (Fotógrafo: Megan Ralph). El ave quedó primero empalada en un alambre de espino. Al cabo de un rato, se vio a la mantis alimentándose del cadáver.
Así ataca la mantis religiosa a las aves que depreda
Los investigadores detallan cómo un insecto como la mantis es capaz de atrapar y devorar el cuerpo de un ave:
-Las especies del orden Mantodea, particularmente las de la familia Mantidae, son depredadores de emboscada (Svenson y Whiting 2004 ), incluidos cuatro géneros en nuestra compilación: Mantis, Sphodromantis, Stagmomantis, Tenodera (Svenson y Whiting 2004). Cuando un ave se acerca a la distancia de ataque, generalmente de 5 a 10 centímetros, la mantis ataca rápidamente con sus dos patas delanteras, mientras se sostiene de su percha con sus otras cuatro patas. Una vez el ave es capturada, la mantis la sostiene firmemente y comienza a alimentarse. Se ha observado que las aves mueren entre uno y unos pocos minutos después de la captura.
La mayoría de los ataques resultaron en la captura y consumo de las aves (115 de 147 ataques totales, incluido un caso de algún tipo de carroñeo. Las aves aún vivas cuando estaban en las garras de una mantis usualmente intentaban escapar con un vigoroso aleteo acompañado de llamadas de socorro, pero pudieron escapar por sus propios esfuerzos en solo tres ataques. En los 26 casos restantes, los humanos rescataron a las aves cuando fueron alertados por las llamadas de socorro de las aves o el ruido de las alas. En aproximadamente dos tercios de los casos, las aves fueron mordidas en la cabeza, el cuello o la garganta”.
Y viceversa: la mantis como presa de algunas aves
A su vez, el reportaje científico también explica que estos insectos pasan a ser presas de algunas aves. Todo depende del tamaño de los contendientes:
“-Las grandes mantis también son comidas por las aves. Por ejemplo, en Francia, una mantis religiosa de 3 gramos de peso fue detectada las deposiciones de un alcaudón real ibérico, Lanius meridionalis.
Tergou et al. (2014) encontraron 46 grandes mantis (incluyendo 41 Sphodromantis viridis , cuatro Mantis religiosa y 1 Iris oratoria ) en las egagrópilas regurgitadas del cárabo común Strix aluco en Argelia.
En Australia, un alcaudón carinoso (Coracina novaehollandiae) fue visto repetidamente atrapando y devorando al gran mántido Hierodula werneri.
Estos ejemplos de depredación de grandes mantis son todos por aves con una masa corporal de más 50 gramos”. Aunque el gorrión molinero no alcanza ni la mitad de ese peso, comprobamos cómo es capaz de atrapar al insecto, de pequeño tamaño, y llevárselo en vuelo.
Una de las imágenes obtenidas para el estudio en la que la mantis religiosa se alimenta del cerebro de un colibrí.