Descubren a un vecino de un pueblo valenciano que capturaba tórtolas con una jaula trampa
Un hombre de 76 años está siendo investigado por instalar varias jaulas trampa en una parcela y por haber capturado con ellas varias tórtolas turcas.
Utilizar un medio no selectivo para la captura de animales, y que pertenezcan a una especie protegida han llevado a un vecino de La Granja de la Costera, en la provincia de Valencia, a ser propuesto para sanción. La razón esgrimida por el investigado es que las tórtolas turcas le molestaban en el desarrollo de su afición por la colombicultura.
Cuatro tórtolas capturadas en una trampa
Sus propios vecinos alertaron a las autoridades por la presencia de jaulas trampa en una finca del término municipal. Agentes de la Guardia Civil inspeccionaron la zona y encontraron varios de estos métodos de captura prohibidos. Días después, los vecinos volvieron a avisar al Instituto Armado cuando un hombre merodeaba la zona. Al llegar, le interceptaron y averiguaron que se trataba del responsable de la colocación de las trampas.
En una de ellas había cuatro tórtolas turcas atrapadas. Tres de ellas estaban en perfecto estado y fueron liberadas por los trabajadores del Centro de Recuperación de Fauna “La Granja de El Saler”, mientras que el cuarto ejemplar deberá ser tratado de varias lesiones antes de su liberación.
Agentes de la Guardia Civil inspeccionan las aves capturadas ilegalmente.
No es caza, es furtivismo
Algunos medios han catalogado al furtivo con la palabra “cazador”, cuando nada tiene que ver la acción de capturar animales de manera ilegal, que tiene en “furtivo” el término más exacto para describirlo, con un aficionado a la cinegética que se ajusta a la legalidad jurídica, en los plazos que la ley contempla y con sus correspondientes licencias.