El plástico, más presente que nunca en los nidos de las aves como el verdecillo y la urraca que crían en espacios agrícolas
Más del 70% de los nidos, sobre todo de verdecillos y urracas, contienen residuos plásticos. Un estudio reciente revela que la contaminación afecta más que nunca a la nidificación de aves en terrenos agrícolas.
La investigación, titulada ¿Seleccionan las aves los restos plásticos utilizados para la construcción de nidos? Un estudio de caso trasladado a paisaje agrícola mediterráneo ha sido llevado a cabo por el Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva (ICBIBE) de la Universidad de Valencia en colaboración con la Universidad Europea de Valencia y la Universidad Europea de Madrid constata que la contaminación plástica no solo afecta a los ecosistemas marinos, donde más se ha estudiado, sino también a los terrestres.
El trabajo, publicado en la revista Environmental Research y elaborado en un espacio agrícola, destaca que el 71% de los nidos del verdecillo (Serinus serinus) contiene residuos plásticos, así como el 96% de los de urraca común (Pica pica).
La contaminación plástica se está convirtiendo en un problema global debido a su presencia ubicua y los impactos detectados para muchas especies. Sin embargo, la investigación sobre plásticos en nidos de especies de aves terrestres ha permanecido relativamente ignorada en comparación con aquellas dedicadas a los ecosistemas marinos. El estudio ha investigado la presencia y los patrones de uso de material antropogénico en nidos de dos aves paseriformes, la urraca euroasiática, que se reproduce en un cultivo de naranjos en la España mediterránea.
Los resultados muestran que ambas especies utilizan extensivamente restos plásticos como material de nido; casi el 71% de los nidos de verdecillo europeo y el 96% de los nidos de urracas euroasiáticas contenían restos plásticos. Además, al analizar la disponibilidad de restos plásticos en el paisaje agrícola estudiado, se confirma un patrón de selección en las dos especies. Así, ambas especies seleccionan preferentemente filamentos de plástico sobre otros restos plásticos. La urraca euroasiática no selecciona el plástico en función del tamaño o el color, pero el verdecillo europeo evita los plásticos negros y prefiere fragmentos más pequeños en comparación con el tamaño medio disponible.
Además, la aparente similitud de los filamentos de plástico con los materiales naturales que suelen utilizar estas especies, así como la forma en que utilizan el plástico en sus nidos, podrían influir en su comportamiento selectivo.
Se examinan nidos de ambas especies
Se han buscado nidos de urracas y verdecillos en 17 hectáreas de naranjos de La Partida de Montiver (Sagunto, Valencia, España) entre marzo y agosto de 2018, 2019 y 2022. Las 17 hectáreas de naranjos pertenecen a una extensión homogénea más amplia de 60 kilómetros de largo y 5-10 kilómetros de ancho, utilizada principalmente para el cultivo de cítricos.
Los nidos fueron recolectados a principios de agosto (urracas N = 24; verdecillos N = 17), tras ser abandonados. Se secaron en una cámara de secado hasta que su peso fue constante. Posteriormente, se etiquetaron y se guardaron en bolsas ziplock (verdecillos) y cajas de almacenamiento de laboratorio (urracas) en la colección del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva-Universidad de Valencia.
Se seleccionaron aleatoriamente seis huertos de naranjos (parcelas) de tamaño variable para realizar un sondeo de cada m2 en busca de plásticos en la superficie en marzo de 2023, porque entre marzo y abril se construye el mayor número de nidos.
Los plásticos recolectados fueron solo aquellos disponibles para las aves, es decir, plásticos superficiales de más de 0,5 centímetros (piezas que podrían clasificarse como macro-, es decir >20–100 milímetros) o mesoplásticos (>5–20 milímetros), mientras que los microplásticos (1–5 milímetros) no se consideraron, evitando la recolección de fragmentos enterrados. Se recogieron plásticos del suelo, pero también los encontrados en árboles y ramas (p. ej. cuerdas de plástico atadas a las ramas con fines agrícolas), ya que también están disponibles para las aves.
Los materiales recolectados se almacenaron por tipo y color (p. ej. filamentos negros) en bolsas ziplock y se analizaron en el laboratorio, donde se registró la prevalencia, abundancia, tipo, tamaño (en centímetros, con una regla con precisión en mm) y peso (g) de los plásticos.
Resultados de los análisis en laboratorio
Se encontraron 50 fragmentos de plástico en 26 (72,2%) de 36 m2 de muestras de suelo, con una variación de 0 a 8 piezas por muestra (1,4 ± 0,3; N = 36). Para una hectárea en los naranjales de Sagunto, el número de fragmentos de plástico potencialmente disponibles para la construcción de nidos se estimó en 13.889 piezas. Entre las 50 piezas, 10 eran filamentos (20%) y 40 (80%) no filamentos (46% fragmentos duros, 32% láminas; 2% espuma). El tipo de plástico más prevalente en el entorno fueron los fragmentos duros.
Se identificaron seis colores en las muestras de naranjales, siendo las piezas blancas las más prevalentes. Entre los plásticos presentes en el ambiente, 23 piezas superaban los 5 centímetros de longitud (46%); 14 piezas tenían entre 2 y 5 centímetros (28%) y 13 piezas eran menores de 2 (26%). El verdecillo presentó una prevalencia de plástico en sus nidos de 70,6% (12 de 17 nidos), mientras que en la urraca fue de 95,8% (23 de 24 nidos).
Autoría del estudio
María José Espinoza, Iván Laviada, Aina Taberner Cerezo, Álvaro Luna, José A. Gil-Delgado, Edgar Bernat-Ponce.
- Departamento de Microbiología y Ecología, Ecología de Vertebrados Terrestres, Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva, Universidad de Valencia, c/ Catedrático José Beltrán, 2, 46980, Paterna, Valencia, España
- Departamento de Biociencias, Facultad de Ciencias Biomédicas y de la Salud, Universidad Europea de Madrid, Madrid, España
- Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Europea de Valencia, Paseo de la Alameda, 7, 46010, Valencia, España