Un ciervo de 19 puntas se enfrenta a un gamo melánico en un punto de alimento ante la atenta mirada de un gamo de manto blanco
El gamo negro no se amedrenta en ningún momento pese a la diferencia de tamaño y de envergadura de cuerna de los contrincantes. Entrechocan las astas, mientras otro venado de menor porte rompe el silencio del monte con sus bramidos.
No es la primera vez que hemos visto a un gamo pugnar con un ciervo. Estos enfrentamientos ocasionales por el territorio suelen darse al coincidir el final de la berrea con el inicio de la ronca. El celo del ciervo se produce normalmente desde mediados de septiembre a mediados de octubre. La ronca del gamo tiene lugar a principios de otoño.
Una lucha desigual
Estas espectaculares imágenes han sido grabadas en la República Checa y publicadas en el perfil de Facebook de la cazadora Eliska Stefanicova. Un ciervo con una imponente cuerna se niega a compartir el alimento con un gamo de manto negro. La reacción del macho al no poder acceder a la comida es enfrentarse al venado. La diferencia entre ambos no amilana al gamo.
Un ciervo europeo puede alcanzar los 200 kilos de peso, mientras un gamo macho adulto se aproxima a los 100. Los 19 candiles que adornan la cuerna del ciervo tampoco asustan al belicoso paleto. Dos gamos, uno de ellos de color blanco, y un ciervo de menor tamaño prefieren esperar tu turno para alimentarse y permanecen ajenos a la disputa.