Cazan un jabalí con unos descomunales amoladeras en una finca abierta de Jaén
Vídeos de caza

Cazan un jabalí con unos descomunales amoladeras en una finca abierta de Jaén

El tamaño de las amoladeras de este viejo cochino, no solo destaca por sus 14 centímetros de longitud, también lo hace por sus 2,3 de grosor. No te pierdas el apasionante vídeo en el que un especialista en la caza de jabalíes a la espera logra abatir al ‘Abuelo’.


Este impresionante macho con más de 100 kilos de peso ha sido abatido por José Guirao. El cazador y su pareja Mamen, también cazadora, crearon hace cinco años un canal de YouTube de nombre Todo Caza. El canal cuenta actualmente con más de 17.000 suscriptores. Se ha convertido en unos de los canales de referencia entre los esperistas españoles.

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El cochino ha pesado más de cien kilos.

En las publicaciones realizadas por los cazadores utilizan avances técnicos, como drones o visores térmicos y nocturnos. Su objetivo es que todos aquellos cazadores que visiten sus canales puedan vivir sus experiencias en primera persona. El último de sus vídeos, "La historia del gran jabalí, el Abuelo", ha tenido en pocas horas más de 10.000 visualizaciones.

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José Guirao junto al curioso jabalí abatido en espera. A la derecha, vista frontal detallada del trofeo singular de este jabalí.

Un viejo jabalí curtido en mil batallas

En el mismo lugar, en un coto de la sierra sur de Jaén, donde José ha abatido este impresionante macho, Mamen abatió otro jabalí de gran tamaño dos años antes. Y también fue grabado y editado en un vídeo.

 

Según nos cuenta el cazador que ha abatido al macareno, "es muy difícil determinar la edad exacta de este ejemplar. El desgaste de los dientes y la falta de algunos de ellos indica que puede llegar e incluso superar los 10 años. La gente hablaba del ‘Abuelo’ en esta sierra desde hace ya un tiempo, no con este nombre, pero sí se hablaba de que un gran jabalí, de un tamaño brutal, se había dejado ver fuera del monte en busca de agua en esta época de calor. Gracias a una cámara de fototrampeo sabíamos que su existencia era real.

Este animal fue grabado de manera intermitente y separada en el tiempo. Actuaba de forma cautelosa y solo se dejaba ver en el comedero dos o tres veces al mes. Respecto a la conformación de la boca del jabalí, mi taxidermista y un veterinario que han examinado el trofeo me confirman que se debe a que este animal había sido víctima de un lazo de los furtivos. Presenta una marca en la jeta del cable de acero. La trampa le ha obligado a no ser capaz de abrir la boca con normalidad para poder alimentarse durante un tiempo, de ahí el desarrollo anormal de las amoladeras. Los profesionales suponen que en esa época perdió el colmillo derecho".

 

La caza del jabalí a la espera en estado puro

"La primera noche de espera no hubo suerte, ya que solo un tejón se dejó ver. Esperamos unos días para volver a intentarlo. Ya no disponíamos a enfundar el rifle cuando a las 2:00 horas escuchamos a 50 metros de nuestra posición un animal avanzando por el monte. Como si de un fantasma se tratase, aparece un enorme jabalí de entre las sombras. Nos volvemos a sentar muy despacio en la silla mientras el cochino se acerca al comedero. Preparo el arma para ejecutar el lance, pero el macho llega al punto de alimento y se coloca de espaldas a nosotros.

Teniendo en cuenta que el disparo es a unos 90 metros y con el suido en esa posición, decido no apretar el gatillo. Tuve que aguardar más de 10 minutos para que el macho me ofreciera su costado. Aseguro el disparo, pero la bala queda trasera. El macareno está herido de muerte. Del impacto, cae rodando ladera abajo.

Se reincorpora y huye por un camino. Vuelvo a disparar cuando está a 120 metros de distancia, pero el proyectil no alcanza su objetivo. Dado el tamaño del ejemplar, decidimos posponer la recuperación del jabalí. Tras reanudar la búsqueda, vemos que hay un abundante rastro de sangre entre unos olivos. El rastro nos lleva hasta una motilla de monte. Oímos al jabalí entre los matorrales. Logro verlo entre una pequeña encina y una retama, tumbado, como descansando de una larga vida, aceptando que han sido muchísimas batallas las que él le ha ganado al cazador pero que en esta ocasión ha sido al revés.

 

En este vídeo intento reflejar parte de lo que sentí en el momento, y es que cuando abates a un animal así, el trofeo pasa a un segundo plano. Lo primero que piensas es en lo que ha vivido este animal, las noches que ha caminado en silencio por el campo, las muchas cacerías de las que se ha librado y las peleas que le habrá ganado a otros machos. Llegado a este punto, solo podemos rendirle respeto y admiración a este ejemplar único que nos ha regalado un recuerdo único e imborrable".

 


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