Un conejo ‘kamikaze’ golpea la cabeza de un perro que intentaba darle caza
La sorpresa del perro de muestra es tal ante el comportamiento de este conejo que no atina a capturarlo a diente pese a que pasa a escasos centímetros de sus fauces.
Según el propietario de Greco del Cancho de los Brezos, macho de braco alemán de pelo duro de tres años de edad que protagoniza este insólito lance, el can se ha convertido en un especialista en la caza de conejos en los olivares.
En este tipo de terreno a los conejos no les queda más remedio, ante la ausencia de vegetación, que encamarse en las ramas o en los troncos de los olivos cuando salen fuera de las madrigueras durante el día.
Conejos de altos vuelos
Juan López, colaborador habitual de Club de Caza, lleva más de tres décadas cazando conejos con perros de muestra en los olivares jiennenses. En Bailén posee una parcela de tierra sembrada de olivos. A principios de junio comenzó la temporada de caza, al disponer una autorización para cazar conejos todo el año por daños a la agricultura el coto en el que caza habitualmente. En uno de sus primeros días de caza tuvo la fortuna de ver a un lince ibérico tratando de capturar un conejo en unas huras que están a 500 metros de su propiedad. Para el cazador no es nada extraño que sus perros, Paco de los Majadales, macho de epagneul bretón, y Greco muestren conejos en las ramas o partes superiores de los olivos.
Un conejo "kamikaze"
Lo que no le había ocurrido hasta la fecha era que un conejo golpeara en la cabeza de uno de sus perros en su intento de huida. Un conejo puede elevarse hasta dos metros de altura y saltar horizontalmente hasta tres. En esta ocasión, su argucia le vale de bien poco al lagomorfo, ya que Juan lo abate de un certero disparo cuando se aleja de los perros.