Caza un jabalí con unos descomunales colmillos de 24 centímetros en una espera a la luz de la luna
El macho no solo destaca por la longitud de sus navajas, también lo hace por los 2,9 centímetros de grosor de su trofeo.
Este impresionante ejemplar ha sido cazado por Nicolás Pereira. Hablamos de un guía profesional de caza mayor y menor y de pesca afincado en Chacras de Coria, distrito del departamento de Luján de Cuyo, enclavado en la provincia de Mendoza. El licenciado en Educación Física ha convertido la caza y la pesca en su modo de vida. Para más información sobre las jornadas de caza y pesca organizadas por el guía argentino, ponerse en contacto con el cazador vía messenger.
El cazador junto al enorme macareno. A la derecha, el jabalí una vez cargado en el vehículo del cazador.
Argentina, tierra de grandes jabalíes
El macho cazado por el esperista argentino tiene unas navajas de 23,5 y 24 centímetros, y un grosor de 2,9. Las amoladeras del cochino de 72 kilos miden 7,5 centímetros. El cazador vio por primera vez al jabalí en un acotado de la localidad de Tunuyán, en la provincia de Mendoza, hace dos meses. Había sido inmortalizado por una cámara de fototrampeo junto a un macho de similares características. Tras cebar la zona donde fueron vistos los jabalíes, Nicolás y su compañero de caza decidieron realizar un aguardo aprovechando la luz de la luna llena.
El cazador argentino junto a uno de los ciervos que habitan su zona.
Caza un jabalí ‘arocho’ en un apasionante aguardo
El cazador narra el abate del jabalí de mayor trofeo cazado en su trayectoria cinegética
-"A las 18:30 horas, nos colocamos en los lugares elegidos para realizar la espera. Teniendo en cuenta que el viento, que hasta el momento soplaba del norte, cambiara y me fuera favorable, me escondí entre dos matorrales. Únicamente podía ver un claro en el monte que tenía frente a mi puesto y no a los laterales. Mi tiradero era limitado, pero pensaba que era el lugar más adecuado. No me equivoqué en mi predicción. A las 20:30 horas giró el viento al sureste. Aún no había anochecido cuando una piara de vacas entró a beber en una charca que tenía a tiro de mi rifle Ruger del calibre .300 Weatherby Magnum.
Junto a las reses, apareció en escena un jabalí con unos monstruosos colmillos. Lo derribé de un certero disparo. No lo podía creer cuando vi sus defensas. Portaba en su boca unos formidables colmillos y no menos impresionantes amoladeras".