La primera pieza extraordinaria de la media veda es esta paloma torcaz con este extraño color en su plumaje
Nos llega desde la Comunidad Valenciana, donde el 21 de agosto comenzó la media veda y en esta jornada inaugural ya se produjo la primera sorpresa en forma de una extraña paloma torcaz.
Cuando un bando de palomas torcaces llena el cielo, lo tiñe de ese tono característico azulado. Por esto precisamente se alude a la ‘fiebre azul’ a la pasión que sienten los incondicionales de la caza de esta especie. Pero si somos más precisos, para describir los distintos colores que encontramos en las plumas de la mayor de nuestras palomas, tenemos que hacerlos de la siguiente manera: su cabeza, cuello y cola se acercan más a tonos grisáceos, con la punta de la cola negra. A los lados del cuello hallamos la coloración más diferenciadora de las torcaces, con esa mancha en la que resalta el blanco, rodeada de reflejos verdes y púrpuras. En el dorso y las alas volvemos al grisáceo, pero más pardo y azulado. El blanco vuelve en una franja alar, mientras que el pecho sigue con esos tonos grises, pero tendiendo al púrpura pálido.
Bajo la suficiente luz del sol, esta variedad de tonos, sobre todo en el dorso y en las alas, parece mucho más azulado. Una riqueza cromática que convierte a la paloma torcaz en un ave de gran belleza.
La paloma torcaz de tonos claros cazada en la Comunidad Valenciana el primer día de esta media veda.
La paloma torcaz más extraña se ha cazado el primer día de media veda
Nada que ver con la extrañeza que nos envía un joven cazador de Puzol, un municipio ubicado al noroeste de la provincia de Valencia, dentro de la comarca de la Huerta Norte. Ferrán Llopis no pudo acudir por la mañana al coto en el que caza por estar trabajando, pero no faltó a la tirada de la tarde, en la que consiguió abatir 13 torcaces, incluida la extraña paloma de tonos claros que vemos en las fotos que nos envía.
Vista del dorso de esta extraña paloma torcaz.
Un ave única
Una jornada inaugural en la que se vieron bastantes torcaces. Sus compañeros disfrutaron por la mañana y, ya por la tarde, el paso no decayó. Ahora Ferrán está buscando un taxidermista por la zona en la que reside para darle un fin más que merecido a un ejemplar único que sufre un trastorno genético causado por una mutación que ha conllevado la ausencia de la pigmentación de las plumas de esta ave, posiblemente leucismo.
A continuación, te proponemos algunos enlaces a casos protagonizados por otros animales de color blanco por mutaciones genéticas.