Un pastor desencama una liebre y sus perros protectores de las ovejas la corren como si fueran galgos

A pesar de tratarse de perros cuya principal cualidad dista mucho de correr a altas velocidades, estos perros protectores del ganado ponen en aprietos a la rabona, un animal capaz de desplegar velocidades por encima de los 70 kilómetros por hora y realizar regates vertiginosos para esquivar a los depredadores o a los lebreles que se acercan demasiado a pesar de correr tan rápido.

Una persecución entre perros de protección y una veloz liebre

En cambio, una sucesión de circunstancias convierte esta batalla desigual en un riesgo real para la liebre. En primer lugar, la dirección elegida por la posible presa al abandonar la cama. Sabemos que estos animales eligen la orientación del encame hacia el lugar donde el sol comienza a calentar por la mañana. Pero allí se encuentra precisamente el grueso del rebaño de ovejas. Corriendo a esa velocidad, sería muy posible chocar con las patas de alguna de ellas, que están en movimiento. Esto resultaría fatal y podría otorgar la opción a los perros a alcanzarla y matarla. La liebre parece saberlo y cambia de dirección cada vez que se acerca al ganado.

Otro factor a tener en cuenta es la cantidad de perros que acuden a la persecución. Hasta cinco molosoides poderosos se unen a la carrera. Esto lleva a la veloz rabona a sortear a alguno de ellos mientras huye de los demás. Afortunadamente para ella, estas carreras fragmentan la unidad del rebaño y, tras uno de estos recortes, la orejona encuentra un lugar despejado para salir a campo abierto. Ahí es cuando puede desplegar toda su velocidad y los perros quedan atrás en pocos segundos.

Si te ha gustado el vídeo, no te pierdas los contenidos que te aconsejamos a continuación, similares y con grabaciones igualmente impactantes con estos protagonistas: pastores, sus perros y liebres.

No te lo pierdas