Así protegen los ganaderos y los perros pastores a los rebaños del ataque de osos y lobos
La falta de temor de los depredadores a los humanos les capacita para atacar al ganado a plena luz del día y ante la presencia de pastores y perros protectores del ganado.
En España, las comunidades más afectadas por los ataques de lobo al ganado son Galicia, el Principado de Asturias, Castilla y León y Cantabria. Según las cifras publicadas por las diferentes administraciones, el número de reses muertas por ataque de lobo en el año 2023 en las 4 comunidades supera los 11.000 animales. En Asturias los lobos mataron el pasado año 3.256 animales domésticos. El depredador acabó con la vida de 1.093 caballos, 976 ovejas, 953 vacas, 227 cabras y 7 perros.
El número de ataques en Castilla y León en 2023 alcanzó un total de 3.558. Esta cifra supone un aumento del 16 % respecto a los datos registrados en 2022. En Cantabria se registraron el pasado año 2.224 ataques de lobo. Y en Galicia, según los datos de la Consellería de Medio Ambiente, su número se elevó a 1.644, que se tradujo en 2.804 bajas, en el periodo comprendido entre octubre de 2022 y octubre de 2023.
Respecto a los ataques de oso pardo al ganado, no tenemos constancia de la existencia de cifras oficiales del número de ataques del plantígrado a animales domésticos en los últimos años. Según un informe de la Fundación Oso Pardo, entre 2009 y 2018 se registraron una media de 585 expedientes de reclamación por daños de oso al año en estas cuatro comunidades autónomas. Según el informe de FOP, únicamente el 12,9% de estos expedientes correspondía a daños al ganado.
Un grupo de perros pastores y protectores del ganado se enfrentan a un oso pardo
La intervención de los canes que dirigen y salvaguardan la seguridad de las ovejas impide al depredador lograr su objetivo. Los perros se interponen entre el oso y el ganado, poniendo en peligro su vida. Los gritos de los ganaderos que observan la batalla en la distancia amedrentan al oso a la vez que animan a los canes a plantar cara al depredador. Estas imágenes han sido grabadas en Rumanía. País en el que han muerto 14 personas y resultado heridas 158 como consecuencia de ataques de oso en los últimos cinco años.
Dos pastores sorprenden a un lobo acechando al ganado
El cánido salvaje no se percata de la presencia de los humanos hasta que los ganaderos están a escasa distancia de él. La estrategia de caza de los lobos, cuando se encuentran en solitario, para capturar piezas de gran tamaño es la emboscada. El lobo espera el paso del rebaño agazapado entre unas rocas. El haberlo localizado evita a los pastores la pérdida de uno de sus animales. La reacción del depredador ante los gritos de los ganaderos es huir y no enfrentarse a ellos. Estas imágenes han sido publicadas por el propietario de una cuenta de Instagram turca especializada en ganadería y perros protectores del ganado.