¿Cómo actuar si tu perro de caza sufre un ataque epiléptico?
Nuestro veterinario de cabecera te explica cómo proceder y qué no se debe hacer si un perro de caza sufre este episodio durante una jornada de caza.
La epilepsia en un trastorno cerebral en el cual una persona u animal tiene convulsiones repetidas durante un tiempo. Un ataque epiléptico es la consecuencia de una actividad anormal excesiva en el cerebro.
Sus signos clínicos se pueden separar en tres grupos
Se denomina AURA a la manifestación inicial del episodio. Puede durar de minutos a horas. Los síntomas que puede presentar el animal en esta fase son excesiva salivación, vómitos, déficit de atención o ladrar en exceso.
La siguiente fase es el ictus, momento en el que se produce el ataque. Se manifiesta por movimientos musculares involuntarios y un comportamiento anormal del can.
El periodo posterior al ictus se denomina postictus. Durante esta parte del episodio el perro puede mostrar desorientación, incontinencia, hambre o sed excesivos o falta de apetito, e incluso debilidad o ceguera, síntomas de que persiste la afectación neurológica. Las causas de la epilepsia en los perros pueden ser hereditarias o debidas a una estructura cerebral anormal.
Ataque epiléptico en un perro de caza
En el caso de encontrarnos en esta situación durante la caza, el profesional recomienda "durante una convulsión tratar con la mayor suavidad posible al animal. Hay que evitar cualquier tipo de maniobra brusca. Está totalmente contraindicado realizar cortes en las orejas al can, echarle agua por encima, arrojarlo a un caudal de agua o charca o practicar cualquier tipo de manipulación si no es estrictamente necesaria. Está en juego la vida de nuestro perro. Para minimizar el estrés del can podemos coger un trapo o un paño y taparle solamente los ojos.
Las vías respiratorias altas tienen que quedar libres de secreciones y tenemos que evitar por todos los medios que el animal se muerda la lengua. Resulta recomendable acariciarlo, hablarle con una voz tenue para tranquilizarlo y manipularlo lo menos posible. Una vez recuperado de la crisis debemos dar por finalizada la jornada de caza. Está totalmente prohibido dar bebidas energéticas o azucaradas o chocolate al perro. Si es la primera vez que el can sufre un ataque epiléptico, llevarlo a un centro veterinario".
Javier Fernández
