El espectacular rescate en helicóptero de varias vacas atacadas por los lobos
Tras siete ataques que han dejado varias reses heridas, a comienzos de semana unos ganaderos franceses se han enfrentado a una tragedia provocada por una manada de lobos.
“Nunca elegí este trabajo para ver a mis animales terminar así”. Es la desgarradora frase que resume el estado de ánimo del ganadero que desarrolla su actividad rural esencial para la sociedad en las montañas Bauges, una sierra ubicada en el este de Francia que forma parte de los Prealpes franceses. Allí, la proliferación de las manadas de depredadores se ha convertido en un grave problema para los trabajadores rurales. Y el caso más extremo es el que te traemos hoy, con varios animales muertos o malheridos que han tenido que ser sacrificados. Y, además, con la obligada contratación de un helicóptero que pudiera sacar los cuerpos del interior del bosque, donde las vacas habían intentado huir y muchas de ellas acabaron despeñándose por haber sido perseguidas por los depredadores.
Vacas muertas o malheridas
Resulta desgarrador atender a este vídeo, que recoge el momento en el que el ganadero encuentra a una de sus vacas muy malherida y con una extremidad atrapada entre los árboles, síntoma de haber caído despeñada por aquella abrupta pendiente.
“Hoy ha sido un drama. Vacas asustadas, que han sido criadas y cuidadosamente seleccionadas, visitadas cada dos días y de las que conocemos los nombres de sus madres desde hace generaciones”. Así describe a sus animales el ganadero, que subraya lo siguiente: “Hemos estado sufriendo repetidos ataques de lobos en el macizo de Bauges durante meses. Desde esta primavera, hemos estado solos en los siete ataques confirmados por la OFB. Hasta hoy solo había animales heridos… ¡Y animales que permanecen asustados!”.
No protegen a los ganaderos ni a sus aminales
El profesional reconoce que la Administración está pagando por los daños producidos por los lobos, pero no parece muy conforme con ese dinero: “Desde esta primavera hemos estado recibiendo una compensación por los daños del gran lobo feroz... Están comprando nuestro silencio. Pero, ¿cuándo llegarán los cambios y la verdadera regulación?”, para terminar lanzando un dardo a lo ridículo que resultan esas compensaciones, que no cubrirán la complicada operación del rescate de los cuerpos de sus vacas: “Obviamente, el coste del helicóptero lo pagaremos nosotros”.