¡Hay que ser torero!: un reclamo de perdiz roja embiste un ‘improvisado capote’
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¡Hay que ser torero!: un reclamo de perdiz roja embiste un ‘improvisado capote’

El macho de dos celos vive en libertad en la casa de una cazadora almeriense. Ayer sorprendió a la reclamista cuando se lanzó contra una bayeta de cocina de color rojo que portaba en sus manos. Al ofrecerle el ‘engaño’ arremetió contra el paño en repetidas ocasiones como si se tratara de un toro de lidia.


El bravo pájaro ha impuesto su ley entre los animales que conviven en la propiedad de Andrea Navarro. Mía, una hembra de epagneul bretón de dos años, es una de las víctimas de la marcada territorialidad del macho. Ocas y gansos, pese a la diferencia de tamaño, también son amedrentados por el perdigón.

El macho de perdiz roja impone su ley

Romeo es un perdigón pechiblanco nacido en cautividad la pasada temporada. Se lo regaló a la cazadora el dueño de una granja de perdices en la feria de caza de Albox, municipio almeriense situado en la parte nororiental de la comarca del Valle del Almanzora. Al igual que Plomo, otro macho de perdiz roja, y Piti, un canario, han sido adiestrados por la reclamista. La almeriense tiene un don especial para la cría y el adiestramiento de aves.

El mal humor de Romeo no es el único de sus defectos, el pendenciero perdigón también tiene una especial predilección por lo ajeno. Cuando era un pollo protagonizó un desternillante vídeo en el que robaba de la cartera de sus dueños un billete de 50€ y se negaba a devolverlo a su legítimo propietario.

 


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