Cámaras en los vehículos: las pruebas de que la fauna silvestre pone en peligro la circulación a diario
Accidentes y ataques

Cámaras en los vehículos: las pruebas de que la fauna silvestre pone en peligro la circulación a diario

No solo accidentes de tráfico originados por la irrupción repentina de animales en las calzadas. También nos detenemos en los más impactantes ataques de jabalíes a personas que son grabados por este tipo de dispositivos de grabación.


Los miles de accidentes que causan animales silvestres en las carreteras tienen cada vez más cabida en las redes sociales y páginas de noticias gracias a la generalización de las cámaras colocadas en los vehículos y que graban los trayectos de los conductores. Además de que los siniestros resultan más numerosos cada año, las grabaciones que se hacen públicas sirven para exponer un relevante problema que afecta a la circulación por carreteras secundarias y también por entornos urbanos. Accidentes y ataques quedan registrados para que nadie tenga duda de lo que ha acontecido.

Accidentes que no dejan lugar a la duda gracias a las cámaras a bordo

Si los seguros de accidentes pueden tener alguna duda sobre la causa del accidente o las circunstancias que lo envuelven, como la velocidad del vehículo, la frenada o si se ha producido algún tipo de sanción de la normativa de tráfico, las cámaras de salpicadero, dashcam o cámaras para el espejo del parabrisas despejan cualquier duda.

En el siguiente vídeo comprobamos cómo al conductor le resulta imposible evitar el choque. El animal irrumpe en la carretera y queda inmóvil justo delante de su coche. El impacto es muy violento y destroza la parte delantera del vehículo.

 

También en entornos urbanos

En esta ocasión, el jabalí se ha internado en una gran ciudad y cruza sus calles creando un potencial peligro para la circulación, además de asustar a todo aquel que se cruza con él.

 

También osos

Conjugar este tipo de cámaras con la circulación por entornos naturales ricos en fauna silvestre ofrece el resultado de vídeos como el que vamos a ver a continuación. Se trata de un oso negro que pasa junto a un Tesla equipado con varias cámaras. Esto permite grabar todo el recorrido del depredador alrededor del vehículo. Las imágenes fueron grabadas hace solo dos semanas en El Parque Nacional de las Grandes Montañas Humeantes, en Estados Unidos.

 

Un enorme jabalí atacando a una persona… y el conductor lo atropella para salvarle la vida

Este tipo de cámaras llevan años registrando sucesos acaecidos mientras los conductores dirigen sus automóviles. Pero los accidentes o las situaciones que no acaban en siniestro por muy poco no es lo único que queda registrado en las tarjetas de memoria de este tipo de dispositivo de grabación continua. El mejor ejemplo lo encontramos en un vídeo ya antiguo, grabado hace diez años en Rusia, pero que sigue impactando a todo aquel que lo visiona.

Vemos cómo un conductor se dirige apresuradamente hacia un punto dentro de la ciudad por la que conduce. Enseguida entendemos la razón. Un enorme jabalí está embistiendo a una persona. Varios vecinos se lanzan a ayudarle a sabiendas que sus colmillos y golpes pueden herirle gravemente. Y es el propio conductor que lo graba todo el que espera el momento adecuado, cuando el jabalí se separa de la gente, para atropellarlo y alejarlo de la víctima. El final del vídeo resulta impactante, pue es uno de los vecinos el que consigue abatir al animal lanzándole un lavabo a la cabeza.

 

Esto es lo que se siente al tener un accidente de tráfico con un gran jabalí

Un jabalí lanza por los aires a un policía

Pero este no es el ataque más salvaje grabado por este tipo de cámaras a bordo de un vehículo. Hace tres años, un policía de Hong Kong fue gravemente herido por un agresivo animal de la misma especie. En aquella ocasión, el jabalí acabó en mitad del tráfico y el funcionario, de 52 años, intentaba ahuyentarlo cuando el enfurecido animal comenzó a lanzarlo por los aires. En solo 10 segundos consiguió derribarle tres veces, atacándolo en el suelo repetidamente y ocasionándole graves lesiones.

 

Poco después un veterinario acudió al lugar con un arma que dispara dardos anestésicos y el jabalí pudo ser dormido y, posteriormente, sacrificado.

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